Zenón no pierde de vista su objetivo

Luego de la denuncia que se le formulara y que incluyó a otros profesionales, pareciera ser que la situación se ha revertido. Al tema de las horas extra se le agregan otros.

Luego de una seria acusación donde se puso en duda su honestidad en el desempeño de sus funciones como director del Hospital Comunitario de Pinamar, el doctor Pablo Zenón se manejó con una calma admirable. Poseedor de una serie de elementos probatorios que fueron puestos a disposición de la Justicia tras el asesoramiento de sus abogados y por decisión propia. Si algo se puede decir del médico correntino es que nunca ha rehuido la cuestión y siempre ha dado la cara.

Según él mismo manifiesta: “Estoy más tranquilo luego de haber recibido ese impacto personal en que me ha tocado estar en la opinión pública con una conferencia de prensa donde ha habido otros hechos y no se ha recurrido a llamar a conferencia de prensa. Se han manejado valores con mucha imprudencia, sobre todo por parte del secretario de Gobierno”.

Ocurre que el sospechado por el gobierno municipal evalúa que la ligereza con que se ha manejado el tema podría y puede acarrearle situaciones apremiantes, ya que en un clima de inseguridad como el que se vive cualquier mente afiebrada puede imaginar que el monto que se le adjudica a la maniobra lo tiene Zenón en su domicilio, una apreciación que no es para nada descabellada, especialmente para quien sabe que por mucho menos los delincuentes se cobran la vida de una persona.

Zenón se pregunta quién se hace cargo, no sólo por los momentos vividos sino también por preguntarse “por qué me tengo que aguantar la imprudencia y la irresponsabilidad con que se ha manejado todo”.

Luego de haber ocupado en dos oportunidades la Dirección Médica, dos o tres veces la jefatura de emergencias, el médico sabe cuáles son los pasos administrativos a seguir: “Si tenían algún tipo de sospecha sobre lo que denunciaron, creo que tendrían que haber realizado un pre sumario, que es lo que corresponde. Una vez hecho el sumario, el siguiente paso es la instancia penal. Pero esto arrancó, totalmente al revés, con una denuncia penal. Luego se apuraron a hacer el sumario a los supuestamente sospechados y en esta maniobra, hacerlos declarar en forma rápida; se han publicado los nombres, violando el secreto de sumario, ya que se tendría que haber esperado a que declararan todos. Se publicó en un medio y se pueden imaginar lo que ello conlleva, ya que todos tenemos familia y estar expuesto cuando no se tiene la certeza no es lo adecuado. La renuncia del doctor Benítez es lo que tendría que haberse producido en un principio y no 30 días después. Por ser mi jefe inmediato, tendría que haberse corrido para no entorpecer la investigación y creo que lo mismo tendría que hacer el doctor D’Agostino porque también es investigado. El secretario de Gobierno me ha dicho que faltaba una carpeta, que no la encuentran, donde había parte de las pruebas, cosa que yo sí hice al presentarme al doctor Calderón y declaré dónde estaban las actas que hacíamos por las horas extra, cómo se organizaban las guardias y pedí que se proteja ese tipo de material”.

Lo cierto es que un primer allanamiento se produjo luego de más de 40 días, poniendo en riesgo la posibilidad de ubicar las pruebas. Aunque Zenón entiende que en las computadoras y en las imágenes de la cámara que enfoca la entrada a la dirección tiene que haber más información.

“Yo me presenté a declarar espontáneamente y luego lo hicieron dos personas más. Todo está en un período de investigación. El doctor Calderón ha pedido la colaboración de Delitos Complejos para ver el enriquecimiento ilícito, el movimiento de las cuentas… Es como dijo el fiscal, es un camino largo con muchos puntos por aclarar”, amplía.

En sus dos visitas a la fiscalía, Zenón ha respondido al requerimiento de la Justicia, que en este caso mostró extrañeza sobre el motivo de que se haya involucrado en el tema a determinados profesionales y no a otros que, según su criterio, cobraban importes más elevados o sea más módulos.

“Yo sigo sosteniendo que la gente trabajó, no es que no lo haya hecho… He pagado guardias dobles a otros profesionales que hacían la guardia y no tenían legajo. Lo he hecho. Es un sistema que no he inventado yo sino que se hace desde el 93, desde la creación del hospital. El sistema de módulos existe desde 2009… Durante el feriado de Semana Santa yo no tenía cómo cubrir la falta de un anestesista y se produjo un récord de turistas. Yo, como director, no podía no tener ese servicio básico, sobre todo donde se practican deportes de alto riesgo, donde hay algún tipo de lesión. Prefiero ir a dar explicaciones por los módulos y no tener que lamentar una desgracia por no tener un servicio cubierto”, aclara.

Zenón entiende que esta situación beneficia a los profesionales, ya que de aquí en más es muy probable que se tenga que instrumentar la carrera médico hospitalaria. Por otro lado, manifiesta no sentir rencor por el tema. Está convencido de que hoy la sociedad no es tonta, que sabe votar y que la opinión pública ha percibido claramente la maniobra de la que fue víctima. “La comunidad pinamarense sabe que esto fue muy dirigido, orquestado y personal”, asevera. Según su criterio, el desenlace es cuestión de tiempo: “Lo que se cuestiona es una manera de trabajar que se venía haciendo y que hizo también quien me denuncia; él pagaba de la misma forma. Yo llevé esos comprobantes al fiscal y los dejé como prueba”.

Zenón recuerda que en marzo de 2016, mientras era secretario de Salud D’Agostino, el intendente Martín Yeza mudó su despacho al hospital, alarmado por algunas desprolijidades. “Hay muchos médicos que cobran horas por las que no trabajan”, le habría manifestado a La Nación el mandatario comunal.

“No tengo la percepción, tengo la certeza de que es así”, admite ante nuestra pregunta acerca de si sentía que le habían soltado la mano.

Es evidente que Zenón no comulga con un corporativismo pernicioso que no diferencia entre principios y códigos: “Me ha tocado un caso de mala praxis y le he brindado todo el material que me pidió la familia de la víctima y también me he presentado en la fiscalía. Yo sé que eso también le ha molestado mucho al secretario de Salud porque le habría traído problemas políticos. Si esto es así, no está a la altura de las circunstancias, ya que no se puede mezclar la política con la muerte. […] Muchos médicos que sabían otras cosas que podían ayudar al esclarecimiento de la causa han respondido tibiamente; por eso los califiqué de médicos tibios”.