Esta semana comenzó, en el Senado, el proceso de tratamiento sobre el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo (IVE) que obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados. Tres comisiones iniciaron el análisis: Salud, Justicia y Asuntos Legales y Constitucionales; proceso que culminará el 8 de agosto con la votación. En este marco, la vicepresidente, Gabriela Michetti, fue entrevistada por el medio gráfico La Nación luego de manifestar su postura en contra de la ley y a pesar de que, como deberá presidir el debate, prometió mantener la neutralidad. Respecto a esta contradicción, respondió: “No tenía intenciones de militar en este debate pero lo hice para equilibrar la balanza”, haciendo referencia a la división que hay en su mismo espacio político. Luego, el periodista Gabriel Sued le consultó sobre la ley de matrimonio igualitario, ya que Michetti fue una de las opositoras más acérrimas por ese entonces. Ella respondió que reconoce que se equivocó, momento clave del periodista para invitarla a pensar si no podría estar pasándole lo mismo ahora con la ley sobre interrupción voluntaria del embarazo. Michetti sostuvo que no, que está a favor de defender la vida del embrión, aún en los casos de violación. “Lo podés dar en adopción y no te pasa nada, ver qué te pasa en el embarazo, trabajar con psicólogo, no sé, qué se yo. Entiendo el drama que significa, pero hay tantos dramas en la vida…”, son algunas de las frases que expresó la vicepresidente de la Nación Argentina. Las repercusiones tras sus dichos no tardaron en llegar. Desde el mismo Cambiemos, Daniel Lipovetzky, diputado referente de la lucha por la legalización del aborto, le respondió con un mensaje, en Twitter, aclarando que una mujer, víctima de violación, tiene derecho a decidir abortar. En ese caso el aborto es no punible y está previsto por el artículo 86 del Código Penal desde 1921, cuando las mujeres ni siquiera votaban aún. Además, agregó: “El debate actual es ampliar ese derecho de la mujer, no limitarlo”. Las manifestaciones en contra de las declaraciones de Michetti, por el cargo que ocupa, además, no cesaron. “Ya sabemos que usted no abortaría. Y que si tuviera una hija, que decidiera no ser madre, usted la obligaría. Ahora, en su país hay un problema de salud, y le estamos pidiendo que no obligue a morir en la clandestinidad”, cuestionó la actriz Carla Peterson. Por su parte, la cantante Miss Bolivia publicó: “En sus declaraciones falaces usted toca de oído y da cuenta del amateurismo con que afronta un problema complejo de salud pública. Desde qué lugar técnico y profesional emite usted declaraciones como por ejemplo que te violan, ‘lo das en adopción y no pasa nada’. Señora Michetti: soy psicóloga y trabajé con mujeres víctimas de violación. Le quería comentar que ‘sí pasan cosas’!”. Otra actriz, Verónica Llinás, posteó un video donde interpreta irónicamente una charla entre una “oligarca venida a menos” y “Gabriela”. Por su parte, Griselda Siciliani compartió la entrevista que dio la vicepresidente y le pidió que “deje de hacer papelones. Nunca estuvo a la altura, inténtelo una vez, tiene la oportunidad”. La polémica cruzó fronteras en las redes y también fue motivo de críticas internacionales, por ejemplo, por parte de la célebre escritora canadiense Margaret Atwood, autora del libro El cuento de la criada (distopía en la que las pocas mujeres fértiles que quedan en el mundo son sometidas por los hombres y tratadas como máquinas reproductoras para garantizar la continuidad de la especie). Su mensaje fue directo en la red Twitter: “Vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti: No aparte la mirada de las miles de muertes que hay cada año por abortos ilegales. Dele a las mujeres argentinas el derecho a elegir”, clamó la escritora.