En un mercado inmobiliario afectado por la pandemia, los integrantes de Dinamismo Inmobiliario implementan novedosas propuestas para mejorar el servicio.
En los últimos meses, el mercado inmobiliario de Pinamar registró un crecimiento exponencial en ventas. En cierta medida, la pandemia del coronavirus imprimió en las personas una forma distinta de concebir la forma de vida. Ciudades verdes, sustentables y seguras como Pinamar fueron ampliamente elegidas por familias que decidieron cambiar su estilo de vida.
En Dinamismo Inmobiliario entienden que, al ritmo en que crecen las ventas de inmuebles, también debe mejorar la calidad del servicio. Modalidades como el Open House o la capacitación constante de los integrantes, marcan el rumbo de esta empresa que apuesta, innova y eleva la discusión en el ambiente inmobiliario de Pinamar. Así lo destaca Iván Renkine, empresario inmobiliario y titular de empresa pinamarense.
-¿De qué se trata esta novedosa modalidad de Open House?
-El Open House es una modalidad que se utiliza muchísimo en los Estados Unidos, y nosotros lo adaptamos a Pinamar. Cuando se tiene una propiedad en oportunidad, se hace una promoción en las redes sociales o en las radios, en la que se informa que en determinado día y hora la propiedad estará abierta al público.
Se arma un evento, con música y comida, y siempre recibimos entre 10 y 12 personas que no siempre invierten, ya que algunos lo toman como una salida o nos visitan solo por curiosidad. Nosotros promocionamos siempre una oportunidad de inversión, por lo general lo hacemos lo días sábados y domingos, y estamos teniendo resultados porque lo que se promociona está en buen precio. Y además lo encontramos como una forma diferente de salir a buscar al cliente, en vez de esperar a que vengan la oficina.
-¿Cómo llega a aplicarse esta modalidad en Pinamar?
-Una persona me lo contó y lo empecé a usar, pero es algo que ya había implementado con éxito en el pasado. Esto es ponerle pasión a tu trabajo, trabajar en cualquier hora y armar equipos. Ayuda un montón en las ventas, porque llama la atención y la gente lo ve como algo divertido. Incluso, por hacer Open House, a lo mejor no vendemos las propiedades ahora, pero la gente nos tiene en cuenta para poner en venta en el futuro.
-¿Qué es La Escuelita, otra modalidad que implementan en Dinamismo?
-Somos un coworking inmobiliario muy armado, una mesa de negocios con más de 50 personas de todas las edades de todas las profesiones y oficios, y hubo un momento en el que nos propusimos capacitar mejor. Si bien todo ese tipo de personas lo que hace es promocionar lo que la inmobiliaria vende, sentimos que era momento de que el grupo se prepare mejor.
Así inauguramos ‘La Escuelita’, que algunos del grupo se preguntaban si era peyorativo decirle así, ya que había profesionales que viene trabajando hace mucho en el área, pero le pusimos ese nombre porque no somos una universidad ni un colegio.
Y para eso contratamos a Sandra Ramírez, una martillera y coaching, quien junto a Omar Scavone y Roberto Porretti capacitan durante 4 horas todos los días de lunes a viernes. Y sumamos invitados especiales como escribanos, contadores, arquitectos, abogados, publicistas, community manager, y la verdad estoy orgulloso de los que armamos.
-¿Qué valor le dan a esta iniciativa quienes participan?
-Hoy somos la única empresa en Pinamar, no solo inmobiliaria, que tiene una capacitación real a su equipo de trabajo. Son 4 horas diarias más eventos extraordinarios, y ambiciona a que funcione y que en marzo estemos hablando de una escuelita de 8 horas diarias. Por supuesto que es gratuita para todo nuestro equipo de gente. Es muy amplio lo que estamos haciendo desde el coworking inmobiliario. Y merecía ser capacitado, y lo puse de una forma casi obligatorio. Capacitarse es el camino al éxito.
-¿Y qué avaluación hacen en el primer mes de aplicación?
-Somos pioneros en lo que hicimos. Nuestro crecimiento está lleno prueba y error, fracasos y éxitos, y gracias a todos los fracasos estamos teniendo este humilde éxito. No me arrepiento de ninguna acción que hayamos hecho con fracasos, porque aprendemos un montón, y con seguridad somos una empresa disruptiva y diferente, que va más allá de hacer una transacción comercial. Y uno siente que de esta forma está haciendo indirectamente un aporte a la sociedad.
-¿Creés que le hacía falta elevar la vara al servicio del sector?
-Totalmente. Hay como 110 inmobiliarias, todas tienen su personalidad y todas son respetables. Tenemos la suerte de que la actividad es realmente seria en Pinamar. Las inmobiliarias que están habilitadas están haciendo las cosas bien, con diferentes formas, pero es un ambiente sano que se ha logrado en Pinamar. Estamos convencidos de que hay lugar para todos, el éxito se logra individual y colectivamente y por eso las inmobiliarias compartimos y hacemos cosas en conjunto.
Hay otras que a mi gusto se han quedado en el pasado. Algunos creen que vender una propiedad es poner un cartel de “vendo” o “alquilo” y se quedan en eso. Y después se quejan porque el negocio no le funciona bien. Creo que hay que adaptarse a los cambios permanentemente viene y buscar la forma inteligente para que nos vaya bien.
-¿Dinamismo es un grupo grande, como hacés para capitalizar las ideas?
-Somos un grupo hermoso, todos disparan ideas y modestamente yo sé absorberlas. Cualquier persona del grupo puede tirar una idea, y a esa idea podemos explotarla al máximo. Creo que soy un buen receptor de las ideas de mi grupo y me la juego y las hago. Si no estuviera el grupo, no habría tantas ideas.
-¿Cómo definís el momento que atraviesa la empresa?
-La actividad inmobiliaria es una actividad totalmente relacional. Creo muchísimo en fortalecer los vínculos, y es una forma de trabajar que elegimos y apostamos a eso. Nosotros no tenemos límites, siempre vamos por más y nos gusta destacarnos e intentar ser los mejores. Por suerte, siempre hay uno mejor que nosotros, y eso nos motiva a seguir esforzándonos. No somos los mejores, pero ponemos todas las intenciones de serlos.