Altibajos en la tarea de comisión

Primero fue la polémica en torno a la implementación de la bandera whipala; luego, un olvido involuntario en torno a honrar a los héroes de Malvinas y, para rematar la jornada del primer día de la semana, la nocturnidad y las diferentes miradas a que ha dado lugar.

Luego de la sesión ordinaria de la semana pasada, este lunes el Honorable Concejo Deliberante de Pinamar inició sus actividades con la reunión de la Comisión de Turismo, donde se retomó el tan mentado tema de la bandera whipala.

La presidenta de la comisión, Marcela Uhrig, comentó las actuaciones a nivel provincial que habían llevado a cabo, presentando el proyecto en diferentes áreas. Por otro lado, comentó acerca de la documentación ampliatoria presentada por las alumnas, quienes, se apresuró a recalcar, fueron las autoras del proyecto inicial. Dentro de esta presentación, se dio lectura a la ordenanza de la Municipalidad de Colón, Provincia de Buenos Aires, en la que, entre otras cosas, se invita a las instituciones educativas a utilizar la whipala. Se sabía que el tema había quedado picando, pues es de público conocimiento que la reciente separación entre los ediles de la otrora unión FPV/UC tuvo como eje principal la decisión de Gregorio Estanga de avanzar, en el último día de su mandato como presidente interino, con un proyecto en solitario que establecía el uso de la whipala en las instalaciones del HCD, sin previa consulta con sus pares, ni siquiera con los integrantes de su bloque, planteando, además, que la comisión que preside Uhrig había descartado la propuesta.

Por ende, la respuesta de Estanga no se hizo esperar, y, además de recordar que existe el decreto de presidencia y reiterar que el mismo no tenía “nada que ver” con el presentado por las alumnas, propuso dividir el proyecto en diferentes pasos con la intención de que finalmente se apruebe. Uhrig, acordando con esto último, propone consultar a los autores para saber si están de acuerdo con la idea. Roberto Elorz, además, propuso que para evitar que esto se convierta en una riña política lo mejor era buscar el consenso previo a la sesión, y lo mismo con el Ejecutivo. Se decide incorporar al expediente las consultas realizadas y la disposición del Consejo Escolar de Almirante Brown.

Una vez superado el escollo, se trató un proyecto iniciado desde el Ejecutivo, con la idea de incorporar a la ordenanza que declara ciudadanos ilustres a los veteranos de Malvinas a otros, que aparentemente habían quedado fuera de la norma. Dado que se desconocían las razones de este “olvido”, se planteó la necesidad de solicitar más información, para poder avanzar en el pedido.

Más tarde se llevó a cabo la reunión de la Comisión de Seguridad, que se abocó nuevamente al proyecto de nocturnidad, para lo que se recibió a funcionarios de Planeamiento, los arquitectos Mila Gómez Beret, Julio Falbo y Juan Chalde. Como primera cuestión, los funcionarios plantearon la necesidad de establecer tipos de nocturnidad, porque el tipo de actividad a desarrollar modificaría sustancialmente la zona.

Se planteó el tema de la playa y se recordó que, por pliego, los balnearios pueden solicitar el uso de expansión nocturna, por supuesto, cumpliendo con el resto de la normativa vigente al respecto, por lo que no habría que hacer nada en relación con eso, aunque se habló de la posibilidad de que en la zona céntrica se les limite el horario y, en zonas más alejadas, se podría autorizar el uso para mega eventos en la playa.

El tema de la nocturnidad vuelve a poner sobre la mesa el verdadero dilema: ¿qué Pinamar queremos? ¿Qué tipo de turismo queremos? Aun con comercios de expansión nocturna, hay que definir el tipo de negocios que se habilite y el tipo de turismo que se pretende. Muchos son los reclamos que llegan desde los edificios que circundan a la UTF conocida como UFO porque, más allá de si cumple o no con la insonorización, los ingresos, egresos y las ganas de los asistentes de estar en la terraza, hicieron de los últimos veranos una situación desesperante para sus vecinos que intentaban descansar.

Está claro que aún falta un buen trecho por recorrer. Los ediles, mientras tanto, trabajan en encontrar el camino para unificar el turismo que nos visita, para que todos disfruten, y nosotros también.