El secretario de Gobierno, doctor Alberto Lamarque, se refirió a una inquietud que viene a cubrir una necesidad de transparentar reglas del juego dentro del rubro hotelero: se trata de blanquear y ordenar la actividad de departamentos con servicios, de los que habría un 50% en funcionamiento que no están registrados legalmente.

“Tuvimos una temporada que superó todas las expectativas y estamos un poquito cansados; a esta altura, una mañana donde uno puede estacionar tranquilamente no es poca cosa. Comenzamos a trabajar con distintas áreas del Ejecutivo sobre este tema. Venimos de varios años de reclamo por parte de la AEHG [Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica], con toda razón, ya que creo que debe estar habilitado, dentro de lo que es este tipo de actividades, menos del 50% y creo que son tan sólo unos 230 los que sí están habilitados, cuando entiendo que deben estar cerca de los 500 en funcionamiento”, dio cuenta el secretario.

La problemática reconoce varias aristas sin dejar de considerar la bromatológica, la impositiva y su presencia dentro de la oferta turística. Lamarque aclaró que no es un mero afán recaudatorio, sino también que quienes se incorporen al sistema gozarán de las ventajas de existir comercialmente desde otro lugar.

Esta situación tiene un correlato con las intenciones del intendente, Martín Yeza, según Lamarque, que propende a tener un acercamiento con las entidades intermedias.

“Particularmente con la asociación no podemos dejar de escuchar a quien, hoy, invierte en Pinamar. Así que necesitamos trabajar de manera mancomunada para que este producto de alojamiento sea lo mejor que pueda ser. El Estado de por sí controla a los privados de alguna manera, pero no genera puestos de trabajo ni riqueza, así que tenemos mucho respeto por el comerciante que invierte su capital a riesgo”, amplió.

En un punto de la charla sobrevolamos el tema cuatriciclos, un asunto que en los últimos años ha resultado ser nefasto, por los accidentes. Al parecer, en esta temporada la actividad se ha calmado, en parte por el orden pero también por las actas que confeccionó Tránsito.

“Este año notamos que había un cambio en el patrón de conducta, sumado al tema de las contravenciones. Era común ver a un adulto en un cuatriciclo con un menor arriba. En cambio hoy es común ver a quien conduce con una bolsita con la documentación y utilizando el casco. Más allá de las normas y controles, esto cuenta con un ingrediente, como es la suerte. Lo cierto es que bajó la siniestralidad, según el informe de la Secretaría de Salud, en cuanto a los ingresos por siniestralidad”, concluyó.