“Cambiaron los tiempos y el mercado”

Una visión clara del momento, donde confluyen variables que generan otro clima de negocios. Las nuevas costumbres y un nuevo perfil de comprador forman parte de otro universo.

Se llama Iván Renkine y desde su aparición en el mercado inmobiliario generó cambios, anticipó situaciones que hoy capitaliza liderando el mercado, adaptándose a nuevas circunstancias, tal cual lo aconseja.

–Si bien lo suyo es la venta ¿cómo ve el mercado en general, cuál es su análisis del mercado en esta temporada?
–La forma de vacacionar cambió hace mucho tiempo. Muchos propietarios que alquilan su inmueble recuerdan las viejas épocas, donde la gente venía por toda la temporada, treinta o quince días, y aproximadamente hace casi cinco años la gente empezó a cambiar su manera de vacacionar y lo hace por tres o por siete días y ése es un cambio a nivel nacional. Entonces, cuando cambia esta forma de vacacionar, afecta algunos comercios en forma negativa y a otros de forma positiva, porque por menos días vienen y gastan. Me pongo en el lugar de un propietario de una casa o un chalet en zona norte o en zona sur o donde queramos. Todavía no se abre a alquilar su casa por cinco días, cuatro días, o siete días para una familia y eso hace que hoy algunos propietarios estén pensando en no alquilar, directamente.

–¿Y por fuera de su rubro?
–No puedo opinar a nivel comercio por comercio porque es según cómo le va a cada uno. Yo creo que gente tenemos, que hay variación de gente constante, donde al no quedarse los treinta días de corrido en un momento vemos un Pinamar inquietante. Pero, no obstante, sí existe rotación de gente, de mucha gente que se queda más días. Ésa es mi visión como comerciante, mi visión como persona que se la pasa haciendo acciones publicitarias participativas. Nosotros, ahí, en el stand de Turismo, tenemos simultáneas de ajedrez con el público, todas las noches, y vemos caras nuevas todos los días. Y, bueno, con toda esta cosa hay que hacer diferentes lecturas porque hay cosas positivas y negativas. Como positivo, hay más gente conociendo Pinamar, gente nueva; como negativo, que no se queden tanto tiempo hace que a algunos comercios los afecte negativamente. Me imagino un local de ropa: si las chicas, que son más de consumir, vienen por cinco días, ya tienen la ropa de su lugar y no tienen la necesidad de ir y comprarse ropa nueva. Me imagino también un Lave-Rap: para qué vas a lavar la ropa, si viniste por cuatro o cinco días y trajiste el doble de ropa de lo que podés consumir. Y así, un montón de cosas.

–En un clima cambiante ¿entiende que a alguien le tiene que ir bien?
–Estoy convencido de que a la casa de comidas le debe estar yendo bien; igual, al apart u hoteles que entienden el concepto nuevo de tener pasajeros por un día, por tres o por cinco les está yendo bien. Y a mucha gente le está yendo bien, como también a mucha gente le debe estar yendo muy mal. Pero, bueno, son las reglas de este país cambiante. Quiero aclarar que soy apolítico y, además de serlo, soy eternamente oficialista; o sea, al gobierno de turno trato de apoyarlo como pueda desde mi humilde lugar, por lo menos con optimismo, y creo que cualquier decisión gubernamental a nivel país o nivel local trae cambios positivos y negativos también, depende para quién, cómo, cuándo y dónde sea. Ésa es mi forma de ver un poco las cosas.

–Hablemos de la compra y venta de inmuebles…
–Ha cambiado el tipo de comprador. Lamentablemente la política siempre influye un poco en eso, o las decisiones políticas. Había un comprador enojado con el gobierno anterior y estaba en el freezer. Hoy ese comprador aparece como comprador conservador, parece más tangible, y el comprador anterior era un comprador que a lo mejor se metía más en cuotas, no le importaba si estaba escriturado o no. Ahora, el comprador de hoy se fija si está escriturado o no. Hay de todo. Lo que no hay es el tipo de operaciones tradicionales que hacían hace diez años, donde una operación normal era un boleto de compraventa que tenía el 30% y a los 60 días se escritura con dólar billete estadounidense. Hoy el mercado cambió muchísimo. Hay inmobiliarias que lo entendieron y otras que se rehúsan al cambio. Y la palabra “revoleo”, que para algunos pude ser divertida, para otros puede no serlo, es una moneda común, donde gente de clase media alta tiene el gusto de vender sin hacer publicidad. Entonces, compran en el verano una camioneta de alta gama, la usan dos meses y después se dan cuenta de que para la ruta no sirve tanto. La inmobiliaria se abre a escuchar y la toma como forma de pago parcial e integra la forma de compraventa. O sea que estamos en un mercado cada vez más revoleador, si cabe la expresión. Nadie viene con el dinero, y es necesario escuchar al cliente. Así como los tiempos cambiaron, también cambió el mercado.

Iván Renkine es Dinamismo Inmobiliario y está en Av. Bunge 1695, entre Totoras e Intermédanos, Pinamar.