En la mañana del primer día de diciembre la ex senadora nacional por Buenos Aires y ex primera dama Hilda “Chiche” Duhalde participó de un encuentro de mujeres de la Quinta Sección Electoral llevado a cabo en Pinamar.

Participaron mujeres emprendedoras, militantes, representantes del ámbito de la política y pertenecientes a distintas fundaciones, asociaciones civiles, organismos estatales, y profesionales. Muchas, involucradas en temas referidos a la salud, la educación o el desarrollo social pero todas comprometidas con su causa.

La convocatoria corrió por cuenta de la Fundación Martín P. Prats, a través de Marisa Erramuspe, y la Asociación Civil Vidasur, con el dirigente Nicolás Alfaya a la cabeza.

Hubo una nutrida presencia femenina, que orilló las 70 mujeres. Representantes de 27 distritos hicieron su presentación pronunciando su nombre y, de manera breve, el rol que desempeña cada una en su ámbito.

Hilda González de Duhalde fue la principal oradora. En el inicio de su alocución habló de la mujer y su rol, para luego reiterar, tal cual lo viene haciendo en sus presentaciones, sus deseos de que Roberto Lavagna sea el candidato presidencial.

Se organizaron distintas mesas de trabajo, donde hubo análisis y debate y donde además se dedicó un tiempo a discernir el rol de la mujer en la sociedad actual. También se habló de la necesidad de plasmar políticas sociales de rápida implementación.

El intercambio fue altamente enriquecedor y dejó un balance muy positivo, a partir del cual serían beneficiosos tanto la confección de un documento como el surgimiento de un proyecto abarcativo, ya que fueron varios los aspectos que se abordaron a lo largo de la jornada.

Este ejercicio despertó los deseos de continuidad y un mayor acercamiento entre las mujeres de la región.

Chiche Duhalde

La ex primera dama fue la máxima atracción de la tarde: su oficio como oradora, sin acartonamientos, y su trayectoria dieron como resultado un elevado grado de sensatez, ya que nadie debe contarle nada, ella conoce la realidad del territorio bonaerense y es lo que la decide a dejar la tranquilidad de su hogar y la compañía de sus nietos para estar nuevamente en el ruedo.

Luego de agradecer a los organizadores y a la nutrida concurrencia se dirigió a las presentes: “Soy docente y lo que sentí siempre es que la docencia tiene cosas en común con la política. Cuando uno habla frente a los alumnos trata de interesarlos y en la política es lo mismo: el político tiene que tratar de llegar y generar un feedback entre la gente que viene a escucharlo y uno; a veces se logra, y otras, no. Pero creo que ese es un punto en común que tienen el político y el docente. Mi especialidad siempre ha sido en lo social y es donde entiendo que lo que hay que hacer es organizar. Nosotros vivimos, desde hace mucho tiempo, en un país que es descontrolado, desorganizado, casi anárquico. Cada uno de nosotros hace lo que le parece o lo que puede, yo solo he tratado de cumplir con las normas. En otros países respetamos y cuando volvemos a la Argentina somos argentinos y hacemos todo lo que se nos canta. No sé por qué está pasando eso, esa cuestión canchera, tan nuestra, que hace que nos miren no muy bien cuando vamos a otro país”.

Luego de esta apreciación sobre nuestra idiosincrasia, la dirigente se refirió al papel de la mujer mostrando una visión muy personal del feminismo. Dijo al respecto que era femenina y no feminista.

También destacó que la mujer se ha dejado encajonar en tareas que se creyó por años que le eran propias.

“Creo en el hombre y en la mujer a la par, con sus diferencias. Nosotras encaramos distinto. Somos distintos pero somos complementarios. Hace falta más participación femenina en los espacios de decisión pero no parecernos a los hombres. En la dura pelea por enfrentar al hombre la mujer se fue masculinizando”, deslizó.

En otro orden, aclaró que no cree en los compartimentos estancos al abordar temas como la educación, la salud o la violencia de género, ya que todo tiene que ver con todo.