“Cumplir con la palabra en el tiempo es valorado”

La frase es de Juan Ocampo, cabeza de la lista del Frente Justicialista – Cumplir 2, que el último sábado tuvo una doble convocatoria. Una actividad recreativa para la familia en la tarde y una cena en un coqueto restaurante del centro pinamarense.

Juan Ocampo y Nora Ponce, precandidatos a concejales, en primer y segundo término, respectivamente, por el Frente Justicialista – Cumplir 2, se refirieron a las actividades que junto al resto de la lista y equipo llevaron adelante el fin de semana pasado con una gran convocatoria.

“La idea era salirnos un poco de la estructura política y poder realizar este tipo de actividades y lograr el contacto a través de ese tipo de acciones que son muy productivas, donde la gente pudo ver que hubo muy poca presencia política. No había folletería, solamente nuestras pecheras, que nos identificaban solo para estar identificados por una cuestión de trabajo”, dijo Nora Ponce, que vivió la jornada del sábado, en el espacio de Marco Polo y Bunge, con mucho entusiasmo y rodeada de una enorme cantidad de chicos que colmaron el espacio.

Tal fue el éxito de esta acción, que muchos padres, antes de abandonar el lugar, preguntaron cuánto costaban el pelotero o el metegol y si al otro día comenzaban a la misma hora. Si bien los más chicos disfrutaron de los juegos, de las actividades plásticas y otros entretenimientos, ninguno se fue sin recibir su merienda. Las mamás tomaron clases abiertas de zumba y por momentos se llegaron a contabilizar cerca de 350 personas participando de las actividades.

Juan Ocampo, quien también fue protagonista de los dos encuentros del sábado pasado, manifestó al respecto: “Hay un equipo que nos sorprende permanentemente en cada mensaje. En cada reunión que tenemos valoro la actitud de los que están en la lista, en los que están en puestos de menor figuración y hasta los que están fuera de ella. Yo creo que ese es el cambio de mentalidad que tiene este grupo. Yo lo he visto el sábado, que con frío y lluvia estuvieron colocando lonas, trabajando. La verdad es que me asombra y me alegra esa entrega que tienen para con nosotros. Como yo siempre se los menciono, los verdaderos protagonistas son ellos, que son quienes nos dan la fuerza y una inyección de optimismo para seguir y esforzarnos el doble. En la noche invitamos a una reunión a comerciantes, a gente de trabajo, de la cultura, a profesionales y la verdad es que fuimos muy bien acompañados. Nos quedó chico el lugar, algunas personas no pudieron concurrir por distintos motivos, otros optaron por irse, al estar el local lleno, superando todas las expectativas. Estuvo Inés Arrondo, que se fue muy sorprendida. Me llamó Adrián Mircovich, precandidato a senador, y me decía que la candidata a senadora se había ido muy contenta por el marco, el contenido y el mensaje que le trasladamos a ella como nueva integrante de la política”.

Como dato ilustrativo de este tipo de dirigentes es digno de observar cómo ambos se ocuparon de los detalles mínimos. Lejos de apoltronarse en un espacio, tuvieron una participación activa. Un clima distendido permitió que mucha gente mayor pudiera hacer sus consultas y poner de manifiesto sus inquietudes. El clima de camaradería se coronó con un baile familiar, del que participó una gran mayoría.

“Tenemos un equipo de más de 30 personas. Es un equipo muy fuerte, con el que venimos trabajando desde hace mucho tiempo, donde cada uno sabe lo que tiene que hacer, con quienes nos comunicamos con la mirada, llegado el caso. Es muy gratificante que esté consolidado”, agregó la precandidata.

“Yo creo que lo del sábado fue muy productivo porque hasta ayer hubo quienes nos preguntaban y felicitaban. Creo que nuestra lista nos está brindando confianza y credibilidad”, acotó Ponce.

Ocampo no utiliza escrito alguno a la hora de llevar su mensaje a la gente y es evidente que el trabajo comunitario y la banca le han dado horas de vuelo que han clarificado su palabra.

Asimismo, reconoció que su compañera de fórmula tiene un tono cálido y profundo a la hora de hacer uso de la palabra. Ambos reconocen que la identificación surge de una única filosofía de trabajo.

Consultada la precandidata, otrora funcionaria del gobierno de Pedro Elizalde, dijo que ya conocía el estilo de Ocampo: “No me sorprendió porque ya lo había visto en la campaña que hizo con mi compañero de vida, Juanjo Dos Santos, en 2013, y yo desde Buenos Aires, porque todavía no tenía presencia acá, colaboré muchísimo en la campaña de ellos a nivel administrativo, por lo cual conozco a Juan y más allá de que haya habido alguna diferencia de criterios, ellos nunca han dejado de hablar, que es lo que la gente no ve o desconoce. Cada vez que Juan me ha llamado, siempre le he dado una respuesta, cuando era funcionaria. Ambos tenemos la impronta de la familia, que es lo que nosotros dejamos entrever en el trabajo que estamos llevando a cabo. Nosotros queremos manejarnos en el marco familiar porque es lo que somos nosotros. Fíjense, según palabras de trabajadores de prensa, cómo hubo una fuerte presencia de gente adulta en la cena del sábado. Una situación que no se produjo en otras convocatorias de otras tendencias donde llegó a haber un adulto por cada cuatro niños. Fue gente a ver de qué se trataba y a tener esa devolución con los candidatos. La verdad es que nos llamó la atención este rasgo que vieron”.

El grupo se muestra equilibrado. Por un lado los jóvenes tienen participación y hay una presencia notoria del componente femenino.

Acerca de la tesitura que muestra la campaña que desarrollan, Ocampo admitió: “Visto el momento que vive el ciudadano de Pinamar y yo diría del país entero, con sus preocupaciones, cómo paga sus servicios, cómo hace para llegar a fin de mes… es que decidimos no hacer una campaña tan invasiva, hemos estado en los medios, hemos convocado y nos fue muy bien. Hoy vamos a hacer una reunión abierta en el local de Espinoza y avenida La Plata. Y vamos a salir los últimos días, cuando tengamos las boletas, para no saturar, ya que hay mucha gente que ya nos conoce. Por eso no estamos en la zona bancaria, donde la gente va a hacer otras cosas, trámites y se torna todo muy confuso. Por otro lado, no hay que subestimar a la gente que hoy vive la desilusión de la clase política”.

“La mayoría nos conoce”, dice Ocampo, y repasa situaciones claves de su accionar legislativo: “Con este honor que me dio la gente al votarme como concejal creo que he cumplido con la mayoría de lo que nos habíamos propuesto, donde no era fácil en aquel momento hablar de estabilidad política, de trabajar en conjunto, de ser una oposición constructiva, firme pero con todo lo que hay que tener para ser oposición. Sería bueno que tanto los que conformaron el Concejo anterior como el actual digan si Juan Ocampo alguna vez le trabó algún proyecto a alguien, salvo cuando a mi criterio no he estado convencido”. Ocampo participó en los procesos del frente marítimo y el agua corriente, y se aferra a una frase que repite como un postulado: “Cumplir con la palabra en el tiempo es valorado”.

Ambos han llegado hasta este punto de su historia por diferentes caminos, pero los unen las coincidencias; no les hacen mella los comentarios negativos ni las descalificaciones anónimas.

“Hay gente que tiene tiempo para la agresión pero quizá porque no tiene otra cosa para mostrar y generalmente detrás de un perfil no real. Acá lo cierto es que fui funcionaria en lo social y creo que a nivel local fue una de las mejores gestiones. Fui unidad ejecutora. No hubo ningún tipo de faltante y no tuve ni una mínima observación del Tribunal de Cuentas. Algo que muy pocos funcionarios pueden decir”, concluye Nora Ponce.