Dear Santa

Por Martín Melia
Contador público (UBA)

Nunca fui una persona muy demandante, ni del tipo que reclama continuamente por el solo hecho de exigir. Siempre consideré que uno tenía que buscar continuamente la equidad y trabajar en pos de eso. Tratar de establecer casi un balance natural de las cosas. Sé que es una utopía pero no por ello dejo de perseguirlo. Uno debe estar preparado para las injusticias, para que las cosas no salgan como uno desea, o bien estar dispuestos a perder. Ahora, Santa, todo bien, pero me parece que estás abusando de nuestra bondad como pueblo argentino. Sé que no somos fáciles, que tenemos nuestros issues, que no siempre nos comportamos como deberíamos y hasta muchos de nosotros directamente no merecemos regalos. Ahora bien, vos sabés que no todos somos así. En el fondo (bien al fondo) de nuestra gente tenemos bondad, amor, ganas de trabajar, ganas de ayudar, somos honestos, leales y solidarios. Las generalidades de la ley no aplican acá. Creo que todos velamos por el bien común, independientemente de las excepciones.

Digo, sé que pedimos muchas cosas que son difíciles de llevar a cabo, pero no creo que sean más difíciles o que parezcan más imposibles, como entregar regalos a millones de niños en una noche, entrar por la chimenea, llegar sin ser visto y dejar en el Parking a los renos mientras acomodás los regalos en los arbolitos.

Te escribo esto porque considero que las cartas que muchos te estuvimos escribiendo estos años, y seguramente vuelvan a repetirse éste, como que no se están cumpliendo. Veo que otros países hermanos reciben mucho y, cuando nosotros abrimos nuestros regalos, como que quedamos cortos. No quiero mandarte una carta documento. Prefiero que lo charlemos epistolarmente, si se me permite el término.

Por si andás desmemoriado, te recuerdo algunos de nuestros pedidos de los últimos años. Siempre pedimos por justicia. Consideramos que la base de cualquier sociedad está en la justicia. Pedimos por la institucionalidad, imparcialidad y objetividad de la misma. Pero cuando hago un análisis sólo de este año, la semana pasada lo largaron a Boudou. Dale, estuvo preso 70 días y debe tener 70 palos guardados. ¿Cuántos gnomos podrías contratar para fabricar regalos con esa guita? Hasta podrías pagarles horas extras. Además, Ella sigue libre, sus hijos millonarios no rinden cuentas y parte del ex gabinete sigue disfrutando de la que se llevaron.

Eso por un lado. También tuvimos los Panamá Papers, que llegó hasta las altas esferas del Gobierno y, sin embargo, no tenemos muchos imputados. Como que quedó en la nada. Seguimos con las coimas de los cuadernos, donde medio empresariado local está sucio, pero arreglan todos porque ahora se arrepintieron, pero la plata que faltó para hacer obras, escuelas, cloacas, agua, gas, rutas y hospitales ya no vuelve, y eso creo que generó muchas muertes. También tenemos muchos jueces garantistas que nos están generando un quilomobo bárbaro. Vamos a llegar a justicia por mano propia si no se ponen las pilas.

También te pedimos por el poder adquisitivo. En realidad, por poder llegar cómodos a fin de mes, y nos diste inflación los últimos quince años, con una record este último. Esto metió a un tercio de la población en la pobreza y está haciendo desaparecer a la clase media, que es definitiva, es quien más te escribe, porque los ricos no tienen drama. Se compran su propio Santa, y ésa no es la idea.

Queremos crecer económicamente y poder desarrollar un país, pero con estos índices inflacionarios no podemos seguir, así que te repito el pedido para 2019.

Otro pedido fue siempre por la seguridad de nuestro pueblo (estoy más peronacho que nunca). Si a la injusticia que tenemos le sumás la violencia que estamos viviendo en casi todos los ámbitos, esto no resiste más. De más está decirte que, si algún hincha de futbol te pidió una entrada a la cancha, de movida le decís que no. Dale una para el teatro. Sabemos que las causas de la inseguridad son muchas, pero creo que si vamos cumpliendo los pedidos anteriores, y con un poco de educación, vamos a poder avanzar y morigerar este flagelo que tanto nos preocupa y nos daña como sociedad.

Por último, te pido que a pesar de todos nuestros errores nos des una mano, porque, como te dije anteriormente, las bases nuestras son sólidas, pero hemos errado el camino en algún punto y estamos en la búsqueda de retomarlo. Abrazo y buen viaje.