Desde la AGP ven el anticipo de la temporada como un signo positivo

Así lo expresó uno de sus máximos referentes de la Asociación de Guardavidas de Pinamar quien entiende que el sector siempre ha estado atento al cuidado de la comunidad y por lo tanto solo se suman los protocolos a seguir porque el compromiso siempre ha estado presente.

Fernando Espinach, integrante de la Asociación de Guardavidas de Pinamar, señaló que para el sector todas las playas son públicas más allá que haya o no un lucro privado, dejó en claro que en todas se mantiene el mismo cuidado.

“Con lo que tiene que ver con la playa, el trabajo específico de los guardavidas, el protocolo de trabajo es el mismo en todo el operativo, ya sea los guardavidas que dependen de la municipalidad como los que dependen de balnearios…es un trabajo en conjunto, no hay separación alguna ahí y está claro que el operativo y la característica que le ha impuesto a la sociedad la pandemia en realidad al guardavidas no nos cambia tanto. Nosotros estamos acostumbrados al trabajo en atención de la salud y atención de las personas y siempre es nuestro trabajo, dentro de nuestra actividad utilizar elementos de bioprotección, para un guardavidas la utilización de una máscara de RCP con filtro antireflujo o guantes de látex cuando se trata de una herida sangrante son parte habitual de nuestro trabajo pero está claro que hay una atención sobre si las playas van a tener una gran concentración de gente y esto finalmente puede ser algo o no contraproducente”, estimó.

Espinach entiende que es muy buena la estrategia que está llevando adelante el estado provincial tanto como el municipal de que la temporada se amesete, intentar hacer una oferta de servicios que evite la concentración muy puntual que se da en enero, y no solo por la pandemia esto es algo necesario y útil para Pinamar, siempre a Pinamar le convino tener una temporada que quiebre la estacionalidad que es el gran objetivo que persigue toda ciudad turística del mundo, “la alta concentración en enero nunca sirve, no sirve que la gente quede amontonada y se mate en la ruta para venir o volver, e incluso que los servicios que uno da en enero no tienen la calidad que debieran tener, con gente estresada, poco dormida, trabajo a destajo, creo que si hay algo bueno dentro de toda la desgracia que significa esta situación sanitaria mundial con todas las muertes que generó, una de las cosas que puede dejar para nosotros, para nuestra ciudad y para el verano que se viene es un sistema en el cual tratemos de evitar que se produzca una oferta o presión a que la única posibilidad de veranear es en enero y que después en definitiva quien viene a veranear en otro momento se sienta un turista de segunda, y este paso que se da me parece algo bueno y necesario, y para los guardavidas es algo para lo cual estamos preparados”.

El razonamiento es más que válido y tendrá que surgir de una acción conjunta entre el estado y la comunidad comerciante, prestadores de servicios turísticos.

Otro tema de singular importancia es el que se refiere a los ya clásicos protocolos, Espinach aclara al respecto: “Nuestra actividad ve más allá del entrenamiento y la capacitación habitual que tenemos para el manejo de situaciones de salud, claramente vamos a tener un protocolo que fue elaborado en el marco de la Comisión Provincial de Guardavidas que es el organismo del estado que regula la actividad en la provincia de Buenos Aires, sobre todo apoyados en el ministerio de salud. Ese protocolo es el protocolo marco de la provincia, al cual cada municipio puede incorporarle las mejoras que pueda realizar. No es nada tan distinto de lo que ya estamos como sociedad llevando adelante, los protocolos de guardavidas tiene lo necesario para minimizar todo lo que se pueda el contacto necesario con cualquier persona que solicite nuestro servicio”.