Educación y empleo, como claves de una solución posible

Por lo menos así lo entiende Facundo Logarzo, quien integra la lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia, encabezada por Graciela Camaño.

El candidato a diputado nacional por la provincia, Facundo Logarzo, visitó Pinamar, donde analizó el clima electoral y se refirió a aspectos que hacen a la tendencia que integra, Consenso Federal, liderada por Roberto Lavagna.

En relación a la contingencia electoral señaló: “Nosotros constituimos un espacio político unos 30 ó 40 días antes de la elección primaria por una cuestión de que este espacio era mucho más amplio pero la mayoría de los integrantes estaban participando o tenían compromisos contraídos y secretos con otros espacios, lo que fue notorio y público después. Así se produjeron la salida de Masa hacia el Frente de Todos y de Miguel Ángel Pichetto, eyecto hacia Juntos por el Cambio, y los que manteníamos una postura coherente de ni uno ni otro, de esta polarización creada entre ambas partes y sustentada por muchos medios hegemónicos de comunicación, nos quedamos en el espacio porque entendimos que era coherente, más allá de los oportunismos políticos”.

Logarzo analizó un fenómeno que se produce cuando prevalecen las apetencias personales por sobre los proyectos colectivos. Señaló que, en este último caso, en Consenso Federal se comparte una visión futura producida de una suma de voces políticas donde conviven justicialistas en su mayoría pero también socialistas, el GEN, de Margarita Stolbizer, radicales, independientes y otras expresiones.

“Es decir, hay un montón de gente que no tan solo por estar en la puja política participa dentro de este espacio sino básicamente por la visión de país o de coyuntura que tenemos y de la cual queremos salir. Como fue el caso de Massa, ‘soy presidente o nada’, y sale corriendo para ser primer diputado y acomodar a la mujer como diputada provincial; no tenía una visión estratégica y común, era un proyecto personal. Lo mismo se le aplica a Pichetto. Lo peor de todo que hemos naturalizado es que hace ocho años que este país no crece, y lo hemos naturalizado de un lado y del otro, y estamos en la pelea de si no se inunda más o los bolsos de López. Entonces esa grieta que se sustenta por ambos participantes se vio perfectamente reflejada ayer [en el debate]. Claro que apoyo a Lavagna y es el candidato a quien empujo, pero me parecería viable votar a cualquiera de las alternativas electorales, pero ni el kirchnerismo que nos metió en este brete, ni el macrismo que profundizó el problema. A mí me cuesta mucho en toda situación de la vida creer que la gente que puede solucionar un problema es la gente que lo creó, y son pocos los casos donde el creador del problema tiene la solución, pero siguen apostando a lo mismo y más allá de que hoy Alberto Fernández es el candidato a presidente, Cristina Fernández es la vice, es la compañera de fórmula, y me cuesta mucho creer que Cristina va a ser una figura decorativa, como lo es Michetti. Cristina no va a ser un vicepresidente fácil y archivado en el Senado. Ella tiene su estructura, tiene sus partidarios, tiene sus diputados de La Cámpora, tiene sus gobernadores que le han respondido siempre. Entonces estamos volviendo a poner a la cabeza del Estado a la gente que nos llevó a esta situación y menos aún los otros, que vinieron prometiendo durante años que era una barbaridad lo que estaba pasando, que todos coincidíamos, que ellos tenían la solución y todos la queríamos ver, y cuando llegaron no sólo no tenían la solución sino que empeoraron”, describe.

Desde su rol de candidato, analiza uno de los rasgos más sensibles de la situación actual, como es el crecimiento de la pobreza, un tema al cual se recurre discursivamente pero que ha crecido de forma notoria en los últimos tiempos. Logarzo hace foco en los nuevos pobres y entiende que se han sumado cuatro millones de personas, totalizando un 35% de personas que están en la pobreza. “¿Cómo sacamos un país adelante si tenemos un bloque inmenso de nuestra población que no alcanza a satisfacer sus necesidades básicas”, se pregunta.

“Me parece que las dos patas que le hacen falta a esto para salir son: una, a corto y mediano plazo, que es la generación de empleo genuino, y la otra es una educación muchísimo más profunda que la que tenemos. Nosotros hemos tenido una educación, hija de aquella Ley 1420, de Sarmiento, en la cual un maestro o una maestra daban clase con guardapolvo blanco, delante de un alumnado, todos sentaditos mirando para adelante, también con guardapolvo, con un pizarrón y una tiza. Yo empecé mi escuela primaria en el año 81 y hoy en una escuela, en el siglo XXI, estamos igual, cuando hoy la sociedad hace un montón de cosas a través de una pantalla, y eso está prohibido en la escuela. Estamos dejando la vida cotidiana de los pibes afuera de donde están yendo a formarse”, concluye.