El revalúo fiscal provoca una reacción en cadena

Según la visión del concejal Estanga, la Municipalidad debería haber conformado una comisión para analizar si adhiere o no a la medida que actualiza los valores de los bienes inmuebles.

Una de las secuelas que aún se comenta en torno a la última sesión ordinaria, ocurrida hace una semana, es el tratamiento que se le dio al tema del revalúo fiscal, una medida que determinó un 56 % de aumento promedio en el impuesto inmobiliario. Con esta disposición se emparejaron los valores de las cotizaciones fiscales con los precios de mercado de las propiedades. La medida intentó implementarse en 2016 pero las autoridades consideraron que no era el momento social ni económico para ponerla en práctica. Pero la norma se generó y hoy se aplica; queda en cada uno pensar en qué medida es o no el momento propicio para determinar el incremento.

El concejal del Frente para la Victoria Gregorio Estanga señaló: “Se dio un lindo debate a raíz de que Cambiemos y sus concejales resisten todo tipo de comunicación, de resolución, de ordenanza, que venga a ocuparse de lo que no se están ocupando ni el intendente, con la representatividad del pueblo, ni la gobernadora o el presidente; por ejemplo, el tema de la emergencia tarifaria y el revalúo fiscal. Con respecto a este último punto, salían dos pedidos de comunicación, uno a raíz de una nota de una vecina que cuestiona cómo se implementó, cómo se originó en Pinamar, quién dijo que sí, que estaba bien, quién tomó los datos y los indicadores para que se dé ese revalúo fiscal del 56% que termina repercutiendo en un 800% o en un 1000% a aquel que mira los números y paga la diferencia que tiene que pagar. Y el segundo, cómo impacta el revalúo fiscal en el impuesto de bienes personales y también en las tasas municipales, en la luz, en el gas, en los servicios. Ése era el proyecto de comunicación: tenía que ver con solicitar todos los indicadores previos al revalúo fiscal, cómo estaban relacionados con el impuesto de bienes personales, cómo impactaba en la tarifa de los servicios y después se le pedía el resultado, una vez que se había implementado el revalúo, ese aumento, cómo impactaba ese valor en los vecinos también en cuanto al impuesto de bienes personales, como para poder hacer una comparación, no sólo de Pinamar sino también de la Quinta Sección [Electoral] y de toda la provincia”.

Una vez más, tras un debate y un cuarto intermedio, se sometió a votación resultando desaprobado el pase a comisión por siete votos negativos (Nora Ponce, Lucas Ventoso, Augusto Urrizola, Camila Merlo, Rosana Nicolini, Alejandra Apolonio y Javier Pizzolito), seis positivos (Carlos Conti, Gregorio Estanga, Marcela Urhig, Daniel Bermúdez, Guillermo Migliorini y Gabriela Ferretti) y la abstención de Roberto Elorz.

“Por otro lado, la ley que implementa el revalúo fiscal tiene un artículo que dice que por obligatoriedad debía formarse una comisión que estuviera integrada por miembros del Concejo Deliberante, del Ejecutivo y también por actores del sector privado involucrados en la materia, por ejemplo, del Colegio de Arquitectos, podría ser el Colegio de Martilleros. El reglamento de la ley también decía que era obligatorio formar esas comisiones representativas para analizar el revalúo y ver si era adecuado o viable ese revalúo que planteaba la Provincia de Buenos Aires. En esas comisiones iba a haber gente de ARBA, que es quien traía la información e iba a recoger la información local en nuestro municipio para poder dar una opinión. El decreto reglamentario de esta ley decía que, una vez pasados los 30 días y si el Municipio no había convocado a la comisión de aportes de datos, se tomaba como aceptado el revalúo fiscal que proponía la Provincia de Buenos Aires. Nunca se conformó esta comisión. Nunca se invitó a constituir esta comisión que iba a discutir el revalúo fiscal local en nuestro municipio, la viabilidad o el aporte de datos para hacerlo. Entonces, también preguntaba eso. No es menor que un intendente se ocupe de resolver las cuestiones de evaluar y dictaminar si es viable o no el aumento que plantea el revalúo fiscal de la Provincia de Buenos Aires en representación de todos los vecinos de nuestra comunidad. Esto también lo preguntaba la comunicación que fue rechazada”.

Luego de aclarar que el plazo de adhesión por parte de nuestro municipio había vencido y que nunca se había hecho una comisión para tratar el tema, surgió el aspecto de la repercusión local, ya que eran dos pases a comisión por el mismo tema pero aplicado a lo provincial, uno; y el segundo, a Pinamar. Esa comunicación tenía los datos del impacto del revalúo fiscal para cualquier vecino de la comunidad, más allá del aumento.

“Porque a esto hay que sumarle el aumento de la nafta, de la canasta, de la luz, del gas, y toda la cola de costos que aumentan cuando aumenta el dólar, cuando aumenta el revalúo, cuando aumenta todo lo que aumenta. La comunicación anterior iba a ARBA y le pedía al área de competencia de la Provincia esos indicadores también para tener datos en el HCD para evaluar”, agrega Estanga y reitera: “El documento local tenía como única intención preguntarle al intendente por qué no llamó a conformar la comisión que tenía que ver con representar a todos los vecinos de la comunidad ante un posible revalúo abusivo”.