El asesor legislativo Marcos Guerrero se refirió a los reparos que tuvo su bloque, Propin, con relación a la Rendición de Cuentas presentada por el Ejecutivo y que finalmente rechazó.

“Cuando se presenta el análisis de la Rendición de Cuentas, que un poco se ve opacado por esta denuncia relacionada con la obra pública y con la cual está íntimamente relacionada, se señalaron las falencias que presentaba esta rendición y los aciertos que notamos en relación a 2016. Nos pareció muy interesante hablar de los dos aspectos porque en esta época es como que se visualizan dos polos, donde en uno está todo perfecto y es el país de las maravillas y, por el otro, como que la patria está en riesgo y que esto es la debacle total. Me parece que en algún punto medio nos ubicamos en Propin y nos decimos que algunas cosas se están haciendo mal pero que también hay algunos aspectos a destacar que son positivos. Este posicionamiento, como se puede llevar a nivel nacional, creo que también se puede aplicar a nivel local y eso fue lo que intentamos hacer en la rendición: dejar de lado el fanatismo y decir que está todo mal pero continúan algunas irregularidades graves”, señaló.

Se puede decir que hay un punto de coincidencia entre el vecinalismo y el gobierno, ya que se observa una mejor salud financiera. Tal como lo decía Propin al tratar el aumento de tasas, los recursos crecieron mucho (55%) y los gastos en un 46% en un año de una inflación que orilló el 25%, donde el gobierno pudo dar respuesta a los problemas de los vecinos. También se logró estabilizar algunas variables, como el gasto corriente, que permitió cerrar el año con un superávit de dos millones de pesos.

Otro tema
Según Guerrero, hay otro aspecto que le da sustento al rechazo de la rendición: “El otro aspecto, que se olvida de marcar el jefe de Gabinete, es el de las falencias que nosotros marcamos, que no sólo son de 2017, sino que se vienen arrastrando de gestiones anteriores, como, por ejemplo, el tema del inventario de bienes. O sea que seguimos con un inventario de bienes desactualizado, completamente dibujado, en el cual no se reflejan las propiedades que tiene el Municipio. De hecho, muchas cesiones de tierras que se hicieron no se ven reflejadas contablemente. Para tener una idea, el edificio municipal de la calle Shaw no estaba a nombre de la Municipalidad, lo cual expresa el desdén por nuestras cosas. Eso ha permitido que, en muchos casos, los edificios sean usurpados. O sea que no sabemos con qué bienes cuenta el Municipio y esto termina repercutiendo en los gastos, en las contrataciones. Vehículos que no funcionan hace años terminan consumiendo combustible, lo que fue denunciado por Natalia Paliza. En ese aspecto no hemos avanzado casi nada”.

El asesor entiende que también hay retrocesos en torno a la siempre mencionada transparencia y recuerda que en el inicio de la gestión se publicaban los decretos todos los viernes pero que con el tiempo esta modalidad se fue perdiendo, así como ocurriera con la publicación de las órdenes de compra, llegando al punto que en 2018 los concejales no pueden entrar al RAFAM. Por otro lado, Guerrero objeta que desde el gobierno no se envían datos sobre los objetivos de las obras, lo que impide que se haga un control más exhaustivo.

“Es necesario llegar a una instancia penal cuando se trata de algo relacionado con el acceso a la información pública. Constantemente nos dicen: ‘Hacé la denuncia’. Pero cuando la hacemos nos terminan diciendo: ‘Esto es político’, que es para desestabilizar. Y nos dicen: ‘Ustedes tienen otras herramientas, como los pedidos de informes’. Justamente, ustedes van a poder ver cómo se reiteran todas las comunicaciones que no son contestadas. Un ejemplo es que en un momento queríamos saber acerca de que se estaba dando anestesia, en el hospital, sin estar habilitados para ello, y pasaron meses pidiendo prórrogas y jamás llegó la respuesta. Es ahí que cuando llega la denuncia penal se sorprenden”, detalla en relación a que las consultas al Ejecutivo son numerosas pero que en la mayoría de los casos las respuestas nunca llegan.

Guerrero incluyó el tema de la subejecución de fondos afectados. “Muchas veces se dice que no hay plata y, por lo observado este año, las cuentas cerraron con 121 millones de pesos en el banco. Principalmente, los fondos tenían que ver con el fondo de infraestructura municipal, el fondo educativo, el fondo solidario. Y nosotros tenemos que ver, siempre, que antes de aumentar las tasas tenemos que utilizar bien los fondos”, agrega.

Guerrero incluye en sus objeciones el caso del SAE donde el Estado municipal pagará doce millones que en parte provienen del fondo educativo, o sea que algo que es un gasto corriente se termina pagando del fondo educativo.

“El problema es que se están sacando fondos de un lado para atender otra cuestión, que es una obligación provincial. Ahí es cuando vemos que hay una discrepancia con [Federico] Panzieri por la ejecución del fondo educativo. Él dice que no se pudo objetar nada y nosotros argumentamos que nunca se dieron informes a nuestro requerimiento al respecto. Nosotros pedimos un informe de gastos, de cómo se había ejecutado, algo que jamás llegó. A veces se hace muy difícil la gestión cuando no nos envían los informes ni la documentación y cuando no tenemos acceso al RAFAM. Ahí es cuando nos dicen que vayamos al Ejecutivo a consultar para que, una vez allí, nos terminen diciendo que no nos van a atender si no es con una nota de la presidencia. Ahí es donde choco con Federico [Panzieri] y me pregunto por qué, si somos transparentes, llegamos al Poder Judicial”, abunda.

El vecinalismo ha detectado mucho aumento en lo que era gasto corriente aplicado en pauta publicitaria, alojamiento, combustible e incluso lo que figura como gastos financieros, que, cuando el dinero no se usaba, se realizaron diversas inversiones que nunca se vieron reflejadas en el presupuesto.