En tiempos difíciles, se impone el lema de compartir más

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz.

Este viernes, General Madariaga festeja el día de su santo patrono, el Sagrado Corazón de Jesús. El Municipio, como todos los años, lo declaró no laborable para la administración pública y optativo para el resto de las actividades.

Inmediatamente después, el sábado, viene la celebración del Inmaculado Corazón de María.

De este modo, los Corazones de Jesús y de María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad desde el momento de la Encarnación.

La Iglesia enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de María y por eso la consagración al Corazón de Jesús se hace por medio del Corazón de María.

La fecha también es significativa para la parroquia madariaguense, que lleva precisamente el nombre del patrono de la ciudad, desde que el templo, que fuera donado por Carlos Madariaga, hijo del Gral. Juan Madariaga, y su esposa Josefa Anchorena, propietaria de la estancia El Tala, se erigiera el 1 de marzo de 1911.

Es este el segundo año que la pandemia del coronavirus impide desarrollar con normalidad el programa de homenaje al Sagrado Corazón de Jesús.

En 2020 regía una cuarentena estricta y esta vez se impusieron protocolos de prevención y distanciamiento en cuanto a la realización de la tradicional procesión y demás rituales.

Las restricciones sociales no impiden que en este mes se le ofrende a Jesús, a través de las obras y de la solidaridad con el prójimo, todo el amor, a fin de corresponderle el que demostró al entregarse a la muerte por sus hijos, quedándose en la Eucaristía y enseñando el camino a la vida eterna.

“Esta fiesta nos recuerda que Cristo está siempre vivo, nos ama, se ofrece a nosotros como fuente de la misericordia, de perdón, de redención”, sintetizó el papa Francisco.

Nuestra parroquia participa habitualmente de la celebración patronal de General Madariaga y a la jornada siguiente hace suya la fiesta del Inmaculado Corazón de María, de la que es advocación Nuestra Señora de la Paz, también ajustada a los cuidados inherentes a evitar contagios en esta segunda ola de Covid-19.

El estado de emergencia en el que vive la humanidad la angustia golpea más a los hogares carentes de medios para afrontarlo, y es por ello que la Colecta Nacional de Cáritas, que se hará el sábado 12 y domingo 13 de junio, asume en esta oportunidad una dramática exhortación a compartir recursos, ya no sólo para ayudar en la subsistencia básica, sino también para abrirles las puertas al futuro a través del acceso a la educación.

En el lanzamiento oficial de la clásica colecta, nuestro obispo Gabriel Mestre lo resaltó: “El futuro de nuestra Patria se va a dirimir en la educación”.