“Hay cosas que el plan director regula”

Es secretaria de Paisaje y Medio Ambiente. La actual administración ha creado un área a partir de una necesidad de años de un distrito donde cada árbol responde a la estrategia y la visión de sus fundadores.

Identificada desde siempre con la naturaleza y su conservación, la nueva funcionaria aspira a producir un cambio que se perpetúe en el tiempo. Habla como de una hipotética meta el poder plantar en sus 48 meses de gestión un millón de semillas… y que después la siga el resto, quienes la sucedan. En este primer encuentro con nuestro medio se refiere al plan director de Cariló.

–¿Qué nos podés contar acerca del plan director de Cariló, del que tanto se habla?
–Es un plan director de Cariló que incluye una parte del paisaje protegido y otra parte no, que son los macizos generados de la propiedad privada que se llama “reserva”, pero lo digo entre comillas porque es una propiedad privada; lo determina así la Provincia pero es una terminología que para mí está errada…

–¿El término “reserva” acentúa el peso inmobiliario?
–Lo que tiene su peso es que Pinamar, gracias al esfuerzo de gente muy prestigiosa a nivel mundial, tiene un plan director original desde 1943 y Pinamar es un municipio que afortunadamente, digo, el botánico que usaba (el original) Enrique Shaw es Ángel Cabrera, es una eminencia mundial. Por supuesto que ya murió, pero fue el último botánico que escribió un diccionario en toda Latinoamérica y es argentino y venía acá a relevar yuyos. Tiene un grado de genialidad nuestro Pinamar que ojalá lo podamos conservar a través del tiempo. Pinamar es 100% urbano. No tiene ninguna parte que pueda ser tratada como campo, o como otra cosa que no sea reserva urbana. Lo que pasa es que cuando uno piensa en reserva piensa en una reserva de la biosfera, biológica, pero no, es una reserva urbana y, como eran 100% campos privados, en algún momento se formó un Estado y se fue diagramando… Pero no olvidemos que esto se origina por proyectos de particulares que pensaron en un desarrollo épico.

–¿Cuál fue el tono de la charla que tuviste con las instituciones y vecinos de Cariló hace unos días?
–Desde que asumí me puse a estudiar todo y Cariló precisa un plan director, justamente para que no empiecen a salir proyectos semi-cerrados, o fideicomisos, que a decir verdad en Pinamar no los queremos, es competencia desleal, para proteger el paisaje protegido de Cariló lo tenemos que seguir desarrollando con un plan director que nos marca pautas de urbanismo y edilicias, nada más. Incluso el plan director que se presenta tiene mejores indicadores que los que se dieron originalmente en Cariló, donde todavía se puede construir casi en la línea de playa, unas casas preciosas pero que ambientalmente… Yo no sé si alguien conoce otro lugar donde tengan una pileta por casa. Hay cosas que el plan director regula. El plan director se tomó el trabajo de hacer muchísimos estudios. Es necesario, de verdad, y el motivo por el cual viene esta cosa apremiante de aprobarlo es que tiene aprobado todos los pasos provinciales y hay uno de ellos que se cae el 25 de diciembre (1), sin lo cual todos los concejales están en su pleno derecho de votar lo que les plazca o de pedir el asesoramiento que precisen. Después del plan director tenés los otros pasos, que son de estilo. Si querés construir un hotel, tiene que ser todo de vuelta como siempre. No cambia nada eso. Lo único que cambia, por ejemplo, es que te quieren construir en ese plan director, con esas características, un monoblock y no hay ni siquiera chance de que entre a mesa de entrada, nada más.

–¿A qué se debe que haya una prefactibilidad a vencerse?
–Hay tres permisos… el OPDS [Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible] se vence en más meses, las prefactibilidades por qué son por un tiempo determinado y no eternas en la Provincia. Ahora, porque desde el 2017 en la Provincia los tres organismos, el de Ordenamiento Territorial, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible y el ADA [Autoridad del Agua], el que regula el uso del agua, empezaron a trabajar sistemáticamente a través de estos procesos de modernización del Estado que están buenísimos, entonces vos podés mandar todo digital y generás todo digital. ¿Por qué es por meses? Porque el ambiente cambia y es dinámico, entonces donde ahora tenías una duna te ponen un límite para proteger la duna; si la duna se mueve, el día de mañana te dicen “usted ahí no puede construir una casa porque protegemos la duna”. Entonces se van venciendo progresivamente y después, cuando hacés una obra y empezás de cero a pedir los permisos, vuelve a pasar lo mismo.

–¿A partir de qué momento se empieza a hablar de plan director?
–El plan director de Cariló se viene pidiendo desde el 2006 y los privados ojalá sigan pidiendo permiso para hacer todo y haciendo las cosas bien y le sigan poniendo la garra que le ponen para que Cariló siga siendo Cariló, pero el plan director es necesario. Tenemos localidades vecinas que hacen desarrollos semi-cerrados que no tienen servicios básicos, cuando nosotros a los privados les decimos que tienen que hacer el desarrollo de la cloaca, la luz, el gas y el agua, y eso lo paga el privado, no el Estado. Sin plan director no podés pedir eso.

–¿Esta nueva etapa potencia tu tarea en torno al medio ambiente?
–Estoy un poco más entusiasmada porque veo que se puede hacer y porque creo en la transparencia y en el talento… Hay mucha gente talentosa tratando de hacer las cosas bien, sin necesidad de tener que estar en el Estado. Es un tema de acompañar e involucrarte. Soy una convencida de que quien no se ensucia en la tierra no se puede quejar. Vamos a trabajar todos juntos. Nosotros queremos plantar un millón de semillas en estos 48 meses y que después siga el resto que continúe con nuestro trabajo.

(1) La entrevista fue realizada el 20 de diciembre.