El lunes y el martes de esta semana se realizó en General Madariaga el IV Consejo Provincial de Seguridad Pública, con la presencia de legisladores; los ministros de Seguridad y de Justicia, Cristian Ritondo y Gustavo Ferrari; el procurador de la Corte, Julio Conte Grand, y el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Manuel Mosca.

Ritondo indicó que debatieron sobre “los nuevos desafíos vinculados a seguridad y a la necesidad de capacitación e incorporación de tecnología en la lucha contra el delito”. Entre los expositores estuvo el director del Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas (Reba), Martín Diago, y el director general de Asuntos Internos, Guillermo Berra.

Mirada local

El secretario de Seguridad de Pinamar, Matías Yeannes, participó activamente del encuentro, lo que le permitió tomar conocimiento de las nuevas directivas del ministerio para todo el ámbito bonaerense.

–¿Cuál sería una de las novedades más salientes de este intercambio?
–La implementación de una política criminal, ya que la Provincia no contaba con ella. Uno, cuando hablaba de seguridad, se limitaba a hacerlo solo sobre temas policiales, y la realidad es que hay otras cuestiones. Y la Justicia es una de ellas. Cuando hizo uso de la palabra el procurador general, Conte Grand, en un pasaje arrancó un aplauso de los presentes, que tuvo que ver con hacerse cargo y poner a las fiscalías como actores primarios en materia de seguridad: un concepto que no estamos acostumbrados a escuchar y que vimos con agrado porque muchos de los hechos que pasan tienen que ver con temas de delincuentes que reinciden, con resoluciones de la Justicia que no son las más acertadas.

–¿Qué otros cambios percibió?
–Es un cambio de mentalidad total; uno de ellos tiene que ver con la transparencia. La realidad es que era muy difícil acceder a datos que surgían de adentro de la fiscalía, como lo es la estadística. Era impensado poder contar con esa información, el dar con una apertura de la fiscalía hacia la población. Otro aspecto es la modernización: hoy en día todo es en papel y hay una tendencia a comenzar a digitalizar toda la documentación; empezar a compartir datos y bases de datos con otros entes a nivel nacional. El ministro de Justicia también se refirió al sistema carcelario, que como sabemos está en crisis, así que se estuvo conversando acerca de qué es lo que se busca a futuro. Hoy estamos presenciando una reforma en el sistema carcelario, que es muy importante, que por un lado va a aumentar los cupos de las unidades carcelarias: se prevé un incremento de dos mil plazas anuales en un proyecto a diez años. Es un proyecto ambicioso. Sabemos que están colapsadas las cárceles de la provincia: son 54 unidades, que están sobrepasadas en más de nueve mil internos. El otro tema relacionado es la reinserción social, donde hay que poner el acento, ya que de la nueva población carcelaria un 43 % ya había estado en una cárcel, lo cual nos habla de una preocupante reincidencia.

–¿Qué se barajó como posibles soluciones en cuanto a la contención?
–Se habló de cómo se está trabajando en el tema, con la cultura, con el deporte, medidas que nos dan una esperanza cierta con relación al futuro de las unidades.

–¿Se habló algo del Operativo Sol?
–No necesariamente, porque esto es un encuentro provincial y el Operativo Sol en comparación comprende muy pocos municipios, pero sí tuvimos una reunión aparte el día lunes, por la tarde, donde se nos dijo que se iba a repetir el mismo operativo que el año pasado con la misma cantidad de efectivos y de recursos logísticos. Así que es una muy buena noticia. Se notó mucho la calidad del recurso humano en relación al trato con la gente.

–¿El predio cercano a La Mansa va a seguir concentrando parte de la policía?
–Sí. Va a seguir así; ahí está la Jefatura Departamental. Es un proyecto que salió de Pinamar. Recordemos que antes estaba en el norte de la ciudad y nos pareció que debía estar en un lugar un poco más estratégico, teniendo en cuenta que comprende no solo Pinamar sino también Villa Gesell, General Madariaga y el Partido de la Costa. Asimismo, pudimos trasladar, a la casa que antes ocupaba, la jefatura a la división de la Policía Científica, que viene realizando un gran trabajo y poder darles un espacio en condiciones más dignas para que ellos puedan operar más cómodos.

–¿Siguen con las acciones edilicias?
–Sí. Vamos a construir la comisaría de Ostende, que es el próximo objetivo que tenemos y que se va a situar cerca del Centro Integral de Seguridad (CIS).

–A propósito, ¿cuándo se inaugura este centro?
–Tenemos que estar funcionando en ese lugar para antes del 31 de diciembre, así que en breve va a estar operativo.

–Si tuviera que hacer un balance de este año, ¿qué destacaría?
–Nosotros lo que hicimos fue enfocar cuando definimos la política municipal de seguridad que era algo innovador, porque a decir verdad no hay en los municipios de la provincia algo que hable del desarrollo del trabajo que tiene que hacer una secretaría de seguridad. Lo primero que tuvimos que hacer fue definir un rol que no conocíamos cuál era, si el de un policía o de un fiscal.

–¿Y cómo se acordó?
–Lo definimos en cuatro ejes estratégicos. Uno de ellos tiene que ver con la capacitación y se logró en esta gestión un proyecto de una duración de dos años, dirigido a los 400 efectivos policiales con que cuenta Pinamar. Otro de los ejes tiene que ver con infraestructura tecnológica y edilicia, entre lo que figuran las cámaras incorporadas al sistema. Más las reformas y reparaciones edilicias hechas en las dependencias, y la nueva Comisaría de Cariló. Otro eje importante es la participación comunitaria, que tomará forma en la conformación de los foros. El cuarto, no menos importante, se relaciona con la operatividad; tiene que ver con cómo se distribuyen los móviles en la calle, tanto los de policía como los de Guardia Urbana: con el mapeo del delito hecho por personal municipal capacitado para esta función, optimizar el procesamiento de datos, lo que da resultados de forma automática.