El concepto le pertenece a Marcos Guerrero quien detalla las consecuencias de no haber corregido el rumbo de la economía cuando ello era posible.
Marcos Guerrero, asesor de bloque de Telpin es un exigente analista de la realidad política con especialización en realizar una profunda observación de la economía municipal.
Es evidente que la situación no debe ser la mejor si enmarcamos la realidad que nos plantea la pandemia pero más allá están los aciertos y los errores.
“Llevando un paralelismo con la salud, la economía de Pinamar está con respirador artificial, que quiero decir con esto, que si nosotros no tuviéramos la asistencia de la provincia de Buenos Aires hoy no podríamos cumplir las obligaciones en tiempo y forma. En la última semana recibimos al director de Recaudación y nos comentaba estos dos problemas, que la recaudación sigue empeorando, y por otro lado este mes hacía falta nuevamente lo que pasó en verano que es recurrir a un giro en descubierto, o sea, pedirle plata al banco Provincia para poder pagar los sueldos, no con plata que se tiene en la cuenta sino con plata prestada y aparte un préstamo que no es para inversión sino para gasto corriente algo que es totalmente desaconsejable para una salud financiera, y esto no es nuevo, es una situación que se arrastra desde el verano y lo que más nos preocupa es que no vemos acciones para corregir el sistema para que sea saludable y haya un equilibrio, y hoy también el contexto para corregir el problema es mucho más complejo porque estamos en el marco de una pandemia entonces evidentemente hoy es el momento más inoportuno para generar un ajuste”, evalúa.
Guerrero considera que hay mucho menos trabajo en el sector privado y que por ende enderezar el rumbo es mucho más difícil que en el verano
“Por eso vemos con preocupación que de todo lo que veníamos viendo hoy estamos pagando las consecuencias. Cuando hablamos de lo económico termina afectando el tema de la salud, los servicios que le llegan al vecino, por ejemplo que tenemos sin terminar la obra pública por ejemplo el centro de atención primaria que inició en 2017 en la calle Intermédanos que nos hubiese permitido por lo menos evitar que pacientes con coronavirus se terminen contagiando con otras personas que por ahí asistían al hospital por otra razón, entonces fíjate que la mala ejecución en la obra pública hoy estamos pagando el dolor de cabeza. El primer ajuste que se hizo fue en la sala de Valeria, que no había médicos, no había guardia, cuando planteamos la falta de enfermeros y profesionales que hay en el hospital, por el otro lado tenemos artículo 70, con 55 personas contratadas como asesores externos”, alude Guerrero en cuando a la funcionalidad de estos colaboradores.