La nocturnidad, nuevamente en la agenda legislativa

Se acerca la temporada y el tema, que es recurrente, empieza a tratarse delimitando los derechos de las partes para no herir susceptibilidades y logra una cuota de ecuanimidad.

Con la proximidad del verano, de a poco, se van acercando las típicas problemáticas de la temporada al Concejo Deliberante. Ferias. Venta ambulante. Foodtrucks. Ruidos molestos. Nocturnidad. Temas que, si bien siempre importan, parecen recordarse y profundizarse en esta época del año.

Así como días atrás la cuestión de las ferias o la modificación de la ordenanza de foodtrucks ocupaban la agenda de los concejales, en esta semana la nocturnidad y sus problemáticas volvieron a la mesa de debate en el marco de la comisión de Seguridad.

A principios de año esta comisión intentó regular la actividad nocturna, con reuniones interdisciplinarias y en conjunto con funcionarios del Departamento Ejecutivo. Sin embargo, la cosa no tuvo un final feliz. Se debatieron posibles zonas donde ubicar la expansión nocturna, separar la actividad según su estilo y público, pero la cuestión es que, sin mucho compromiso de parte del Departamento Ejecutivo, y también de algunos concejales de la oposición, el proyecto quedó en una comunicación pidiendo dictamen. El dictamen, hasta la fecha, y según los informes de comisiones, no ha sido recibido por el HCD.

Sin embargo, por estos días una nota proveniente de una administradora de varios edificios en Av. Bunge trajo de nuevo el tema al Concejo. La nota en cuestión, intentaba, a través de las reglas de condominio, frenar la actividad de algunos de estos locales, que se encuentran ubicados debajo de los edificios. Con la idea de aclarar la situación, se convocó primero al subsecretario de Inspecciones, el doctor Alberto Lamarque, y luego a la administradora Cintia Actis Caporale.

El funcionario comentó inicialmente que se trata de propiedades horizontales, y no de condominios, por lo que no aplicarían las normas aludidas en la nota, pero que sí pueden prohibir el uso de nocturnidad en esos edificios, previo acuerdo de todos los integrantes del consorcio. Además, explica que el uso indicado para ese tipo de negocios es donde están ubicados, ya que se trata ni más ni menos que de la Av. Bunge.

A continuación, se recibió a la administradora, que se acercó junto a propietarios de la zona. Se les comentó que desde el Ejecutivo la interpretación de la norma es distinta, porque no se trata de “condominios”, sino de “propiedades horizontales”, que se rigen por distintos parámetros. En la propiedad horizontal, si no se tiene una prohibición de un uso particular, no se lo puede inhabilitar desde el DE.

Los propietarios, por su lado, plantearon que en el reglamento de copropietarios se establece claramente la necesidad de la aprobación de los consorcistas para poder acceder a este tipo de uso, y que no entienden cómo se los habilitó sin solicitar el reglamento, algo que está establecido en los requisitos de habilitaciones. Además, se mostraron visiblemente desbordados por las diferentes situaciones que les toca vivir allí diariamente en cada temporada, y las describieron en detalle.

Se escuchó a los vecinos y con más calma y un poco de empatía, tan necesaria en estas situaciones, Lamarque se comprometió a reunirse con la directora de Habilitaciones y, además, pasar por el lugar, para remitir fotos a la Dirección de Planeamiento para despejar dudas; luego de esto, se comunicará con la administradora, para mantener el diálogo abierto entre las partes.

Mientras tanto, el HCD, que ofició de mediador en este hecho, se comprometió a realizar una comunicación para conocer el estado de esas habilitaciones.

Así, con paso airado se trató este reclamo, aunque sólo rasque la superficie de un problema que continúa sin resolverse.