El secretario de Turismo de Pinamar se mostró optimista por el desarrollo de la temporada. En el sector privado manifestaron preocupación por las bajas reservas de febrero.
Con el cierre del primer mes de la temporada estival, diferentes entidades del sector realizaron el balance de la actividad turística. “Tuvimos el mejor enero que pudimos”, dijeron desde la municipalidad, y desde el sector privado recordaron que no “podíamos hacernos la idea de tener una temporada fuerte”.
El secretario de Turismo y Desarrollo Económico de Pinamar, Juan Ibarguren, destacó “la oportunidad de tener temporada” de verano en el contexto de la pandemia. “Arrancó con un diciembre muy bueno, récord en Pinamar, ya lo habían hecho los propietarios no residentes y luego los turistas. Bajó para las fiestas y tuvimos un enero que fue de menos a más”, recordó.
En noviembre del año pasado, la provincia oficializó el inicio de la temporada de estival, tras la adhesión al decreto nacional que habilitó la actividad turística. El anunció trajo tranquilidad a los municipios turísticos y al sector privado, que empezaron a diagramar una oferta con nuevos protocolos.
En ese sentido, el funcionario insistió que “la temporada estaba en duda y superó las expectativas que había”. Al mismo tiempo, dijo que “la sufrió más el hotelero, sobre todo de una, dos y tres estrellas con niveles más bajos de lo habitual, los de más categoría tuvieron muy buenos niveles de ocupación”.
Además, Ibarguren aseguró que “la gente se dejó de alertar por los rumores porque la temporada no iba a cerrar y hubo alquileres a último momento”.
Con respecto al segundo mes del año, afirmó que arrancó con menos público que enero debido a que “en febrero el clima no nos acompaña” pero estimó que “nos va a sorprender con reservas a último momento”.
Por otro lado, desde la Asociación Empresarial Hotelera y Gastronómica aseguraron que la ocupación promedio de enero alcanzó el 48%. “No podíamos hacernos la idea de tener una temporada fuerte, y fue así”, analizó el presidente de la institución, Pedro Marinovic.
“Este fin de semana estaba proyectada una ocupación de casi el 65%. Iba a ser mejor que el mejor fin de semana de enero, y cuando se anunció mal tiempo, hubo cancelaciones”, comentó, y sostuvo que en febrero habrá muchos hoteles que decidieron cerrar “ante la baja cantidad de reservas”.