Melia se presenta como una opción más que válida ante la alternativa de las PASO. Sus posibilidades de éxito se fortalecen a partir de su paso por la función pública y por encabezar una lista conformada por personas conocidas y ajenas al ajetreo político de los últimos años.

–¿Qué opinás acerca de la cantidad de listas que se presentan como opción dentro del Frente de Todos?
-Es cierto. Hubo una infinidad de listas; después se terminaron bajando 32 a nivel provincial entre todos los municipios, y la gran mayoría de los distritos que no tenían intendente del mismo color político tenían tres, cuatro y cinco listas, fueron la excepción como en el caso de Pinamar pero la media se dio entre tres y cuatro listas, lo que habla de justamente el disenso que hay entre todos los referentes locales de cada municipio.

–En Pinamar parece que hay varias posturas. ¿Cómo ves esta circunstancia?
–En el peronismo, a nivel local lo que aconteció es que se dio una particularidad con una lista impuesta desde Buenos Aires: hizo que varios sectores no se sientan representados. Además, la imposición hace que se generen rispideces y una situación compleja. Además, hubo oposiciones manifiestas e hizo que se presenten cinco listas.

–¿Qué características generales tiene la lista que encabezás?
–Se trata de gente conocida, de diferentes rubros. La verdad que tratamos de hacer una lista que esté claramente identificada con todos los sectores de Pinamar y que a su vez haya una armonía entre todo el grupo para que las cosas fluyan más y se pueda trabajar en propuestas a largo plazo, que es donde se beneficia el votante; en este caso, el ciudadano de Pinanar con algo pensado como una propuesta superadora.

–¿Por lo visto tomás distancia de las fórmulas mágicas y los clásicos nombres reciclados?
–A veces las listas marketineras hacen que después tengan unas contraposiciones importantes y hagan que realmente el trabajo no fluya como debería fluir y eso va en retracción de la comunidad. Nosotros desde un inicio trabajamos en una serie de propuestas en las que yo siempre digo que a la ciudad, en los últimos años, se le ha aplicado un maquillaje importante en la obra pública. Sin olvidar diferencias que hubo en los contratos de obra pública desde su realización que se visualizan en los sobreprecios y algunas cuestiones que fueron notorias en los últimos años. Hoy vemos que la situación troncal del municipio nunca se cambió, uno analiza área por área y va devanando el sentir de cada sector y hace que la verdad sea bastante difícil de aceptar. Pasan los años y los problemas siguen siendo los mismos. Uno va hablando y te vas dando cuenta de que por ejemplo en el caso de la política de trabajo no se ha generado ninguna nueva matriz productiva y de servicios diferente en los últimos 30 años, lo que hizo que obviamente haya muchísima gente sin trabajo. Eso repercute en la parte social y lo que tiene destinado el Municipio en Acción Social, hoy menos del 10% del presupuesto, y de ese presupuesto el 80% está destinado a pagar sueldos, lo que te habla de cómo está planteada la política de acción social. En las reuniones te cuentan que Acción Social sólo es dar un paquete de yerba y un sachet de leche, lo que te habla de cómo está el trabajo de Acción Social y la verdad es que es bastante lamentable. El otro día visitábamos un sector de Ostende y en la misma cuadra había dos comedores que armaron las personas de ahí por la necesidad que había, y eso se habla de cómo está planteada la matriz desde ese aspecto en Pinamar y hay necesidades muy graves que está viviendo la ciudad, propias de una política macroeconómica a nivel nacional y obviamente Pinamar no es ajeno a todo eso.

–¿Cuáles serían los ejes de gestión a seguir?
–Uno de nuestros ejes es redefinir la situación de Acción Social. Hacer una secretaría que esté complementada con Vivienda, Producción y el OVA en un mismo lugar, que tenga una atención personalizada para cada uno que va con una necesidad o dificultad, en la cual se pueda dar una respuesta y en los casos más extremos, donde, por ejemplo, hay una situación de calle, se pueda hacer un convenio con asociaciones civiles y sociedades de fomento para que puedan tener un lugar donde dormir, como sucede en otros lados. Tal cual ocurre en Rosario, donde la gente tiene dónde ir a dormir y un plato de comida, sobre todo en esta época de frío polar.

–¿Uno de los grandes ítems a cubrir cuál es?
–El otro gran tema es Salud, que es una queja constante del vecino. Nosotros apuntamos a la reorganización propia del área de Salud con una digitalización y sistematización del lugar porque, hoy en día, tenemos 141 profesionales que se dedican a la atención de pacientes, tanto en consultorios como en guardias: tenemos casi cuatro médicos cada mil habitantes, lo mismo que en Estados Unidos. No es una cuestión de falta de profesionales sino de organización. Eso tiene un análisis mucho más profundo pero esto que describo es a grandes rasgos. Que el vecino tenga su historia clínica digital y a su vez que en el caso de la guardia haya menor tiempo de espera y que haya un profesional recibiendo al paciente y no como pasa ahora, que te dan una recepción en la guardia y no tenés una clasificación del paciente previa a entrar a la guardia. Son cuestiones a resolver que justamente son los principales flagelos que está viviendo nuestra gente, la de mayor necesidad.

–¿Y qué ocurre con la reconstrucción, la modernización del Municipio?
–Para eso tenemos pensada la reconstrucción interna del Municipio. Hoy tiene sectores estancos, áreas que están solapadas en su función. Hay que reorganizar el Municipio, sacar los puestos políticos en las áreas técnicas, que eso no sólo va a reducir el presupuesto sino que va a priorizar al empleado municipal para que tenga una carrera acorde a su área y pueda llegar al puesto más alto del escalafón de la estructura municipal, que debe ser modernizada y estar más cerca del vecino. Que deje de ser una estructura burocrática y esté, reitero, más cerca del vecino. Por otro lado, en la parte municipal queremos recuperar todos los servicios que están tercerizados, como la basura, la recolección de ramas, limpieza de playa, entre otros que también puede realizar la familia municipal. Estas actividades dan como resultado el derrame interno, que es un poco agilizar la economía y dar lugar a una rotación que hoy no tenemos.