Los taxistas, en pie de alerta

Ante la alternativa de la llegada de Uber, los taxistas pinamarenses alertan a la población sobre hipotéticos riesgos. Confían en que la Municipalidad, que no extiende licencias desde hace más de cuatro años, se mantenga en la tesitura de preservar la fuente de trabajo.

La aparición de Uber como alternativa en el transporte de pasajeros ha despertado polémicas desde su irrupción en el mercado. Los choferes de taxis y remises han sido quienes más se han hecho escuchar, acosados no sólo por una potencial competencia sino también por un mercado que se deprime bajo los efectos del achicamiento de la demanda, merced a la crisis económica, que incluye desempleo e inflación.

Antes de su llegada, representantes de Uber se reunieron con funcionarios de la Secretaría de Transporte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que les informaron que serían bienvenidos si se adaptaban a la legislación de taxis o remises. Pero Uber decidió ignorar esas leyes locales de transporte, trabajo e impuestos, y comenzó a operar sin registrar siquiera una oficina. Como en otros países, confió en su capacidad económica para pagar equipos de abogados, lobistas, marketing y prensa para defenderse a medida que los obstáculos se fueran presentando.

Lo cierto es que esa realidad, que se nos presentaba distante, hoy se ha hecho cercana. Al respecto, el presidente de la Asociación de Taxis de Pinamar, Jorge Héctor Pego, pidió un espacio para alertar a sus compañeros y a la comunidad ante lo que se presenta como una convocatoria de Uber.

“Todos sabemos que en Uber es todo totalmente ilegal porque lo vemos en los noticieros y que, donde va, generalmente en las grandes ciudades, se termina la paz social, aparecen todo tipo de disturbios, autos quemados, todo a lo que nosotros nos oponemos. Y justo vienen a Pinamar, donde no hay mercado para nadie y desde hace cuatro años no se da ninguna licencia ni para taxis ni para remis porque es más grande la oferta que la demanda. Lo que pasa es que deslumbran a la gente sin trabajo, prometiendo que van a ganar una fortuna”, asegura el dirigente.

Lo que vaticina Pego no deja de ser atinado, máxime si se tiene en cuenta que cada año, en baja temporada, la asociación reduce su tarifario de manera tal, no solo de mantener el servicio público, sino también de poder seguir viviendo del taxi.

La alarma se prendió cuando el fin de semana pasado se publicó un llamado en Facebook que proponía cubrir puestos como choferes a aquellos propietarios que posean unidades modelo 2009 en adelante.

“Se trata de una persona joven, procedente de Buenos Aires, que, como es usual, sembrará el germen para luego irse y ya no dar nunca más la cara”, señala, para alertar: “Le hablo a esa gente que tiene esperanzas en la propuesta, porque le van a hacer perder dinero, [se arriesga a] que le secuestren el auto y hasta, por ahí, algún demente le va a prender fuego el auto. Eso nosotros no lo podemos controlar, pero algún remisero o taxista puede reaccionar mal. Además, queremos alertar a nuestros clientes, tanto de taxis como remises: estamos ante una propuesta donde en muchos casos no cuentan con registro ni seguros, con el riesgo de verse envueltos en una situación no deseada”.

Queda ahora, por delante, que la Dirección de Tránsito tome cartas en el asunto; en el caso de la asociación, se preveía realizar una asamblea de socios para ver qué actitud tomar.