Mauricio Macri empieza a delinear su estrategia electoral para 2025 y dio un paso clave: pidió avanzar hacia un acuerdo “orgánico” con La Libertad Avanza (LLA) y habilitó al diputado actual titular del PRO bonaerense, “Cristian Ritondo para iniciar gestiones formales en la provincia de Buenos Aires.

El movimiento de Macri marca un giro en la relación con el oficialismo de Javier Milei, que días atrás había enviado un mensaje tajante: el presidente afirmó que Macri “quizás deba entender que su momento pasó” y ratificó que su espacio “va por los dirigentes del PRO, le guste o no” al fundador del partido amarillo.
A pesar de esas tensiones, en ambos sectores parece haber coincidencia en un objetivo común: evitar que una interna divida el voto opositor en territorio bonaerense, considerado el bastión del kirchnerismo. El desafío no es menor. Mientras el oficialismo busca consolidar un armado electoral sin fragmentaciones, en el PRO persiste la desconfianza ante la posibilidad de que LLA intente cooptar figuras del partido para robustecer su propia estructura.
Con la mira puesta en 2025, el escenario bonaerense se convierte en terreno estratégico. El diálogo entre libertarios y macristas, ahora con el aval explícito de Macri, puede marcar el inicio de una reconfiguración profunda en el mapa opositor. Pero también amenaza con abrir nuevas disputas internas si no se logra un equilibrio en las condiciones del acuerdo.