Más Ojos en Alerta

Poco a poco la solidaridad con el vecino se convierte en un hecho colectivo que apunta a soluciones trascendentales. El programa tomado del modelo utilizado en San Miguel sigue sumando seguidores.

Ojos en Alerta, el programa de seguridad recientemente implementado por el Municipio, ya ha superado la cantidad de 1200 vecinos adherentes acentuando el sentir comunitario necesario para hacer de este tipo de iniciativas un emprendimiento exitoso.

Con Ojos en Alerta los vecinos se pueden comunicar de forma directa con el Centro Integral de Seguridad (CIS) para alertar sobre emergencias o hechos de inseguridad. Al utilizar Whatsapp, permite emplear otros recursos que no tienen los llamados telefónicos, como audios, fotos, videos e incluso brindar información acerca de la propia ubicación, convirtiendo al celular en un botón antipánico.

El secretario de Seguridad, Matías Yeannes, describe minuciosamente el estado actual del área.

Obviamente la vedette de la información hoy es el nuevo programa implementado: “Más allá de la aplicación y el programa en sí, lo que estamos haciendo es tomar mucho contacto con el vecino a través de reuniones, en las cuales les explicamos no sólo el funcionamiento y la utilidad sino también cómo se articula esto con el programa de seguridad municipal, pero también cómo funciona el sistema de seguridad en la provincia de Buenos Aires, básicamente que la seguridad es una responsabilidad de la Provincia, pero ya del 2010 en adelante, incluso antes, se les empezó a dar espacio a los municipios, atento a que es el primer mostrador en que cualquier vecino toma contacto con el Estado, a raíz también de una problemática de inseguridad fuerte en aquel momento, en la cual el vecino iba y tocaba la puerta del intendente y no se iba a ir a La Plata a hacer el reclamo. A partir de ahí y la ley de policías comunales, los municipios empiezan a hacerse cargo de alguna manera o a participar de la seguridad. En el caso de Pinamar, contamos con varios organismos en cuanto a esto. Uno es la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que depende orgánicamente del gobierno provincial pero el Municipio tiene la potestad de dar directivas en lo que es funcional, en lo que es la operatividad diaria. Tenemos también fuerzas federales, como Prefectura y Policía Federal: Prefectura, con una delegación muy chica, atendiendo temas de seguridad náutica, y, en el caso de la Federal, trabajando mucho gracias a la descentralización, producto de sacarla de la ciudad de Buenos Aires, reforzándose en el interior, como fue en el caso de Pinamar”.

Pero el acercamiento del área no sólo se evidencia con otras fuerzas de seguridad. Con el Ministerio Público Fiscal, el año pasado se firmó un convenio para blanquear y validar las acciones que se hacen desde la Secretaría de Seguridad, que son numerosas, y muchas de ellas están destinadas a la investigación, principalmente lo que tiene que ver con el análisis de registros fílmicos: “Eso para nosotros fue importante: poder blanquear este proceso porque no estaba contemplado, ni siquiera en las misiones de la Secretaría de Seguridad”. La Dirección de Seguridad cuenta, además, con la Guardia Urbana y el personal de monitoreo.

“También le contamos a la gente los recursos de que disponemos. 325 efectivos de la Policía de la Provincia; 40 efectivos, entre Guardia Urbana y personal de monitoreo; 12 cuadrículas fijas que determina la policía, que están establecidas en el plano operativo […]. En cuanto a patrulleros, estamos con alrededor de 30; esto es, entre autos, camionetas, motos y UTV de la Policía de la Provincia; y de Guardia Urbana, alrededor de 10. Si bien no está operativa constantemente esta cantidad, lo que nos permite es asegurar las cuadrículas, el refuerzo, y, si se rompe un móvil, poder tener un recambio, puestos policiales que hemos ido instalando en distintos puntos del Partido de Pinamar que tienen una razón de ser. Uno de ellos el de Pinamar norte, que es una zona que estaba bastante abandonada, sin mucha presencia del Estado. Hoy los vecinos saben que tienen un lugar donde acudir. Y en general están puestos en arterias con bastante tráfico o que conectan determinados lugares, por ejemplo el norte con la ruta. Hay 212 cámaras de seguridad. En estos años hemos instalado 72 cámaras, de las cuales 8 son las lectoras de patente que están en los accesos a Pinamar; o sea que cualquier vehículo que entra o sale de cualquiera de las localidades queda registrado, incluso se trabaja con listas de dominios que a veces la misma fiscalía aporta”, agregó.

Para 2019 se ha previsto sumar 50 cámaras nuevas, con toda la tecnología. Ya sabemos que es un aporte importante que da, sobre todo, a las investigaciones y con la incorporación de Ojos en Alerta entendemos que va a mejorar mucho la eficacia en cuanto a la prevención. Tecnología complementaria que se ha incorporado, un drone con cámara térmica, una cámara móvil en un vehículo de Patrulla Urbana que tiene un zoom de 150 metros con cámara infrarroja, no está operativa permanentemente pero se emplea para usos puntuales. Seguridad cuenta con un área técnica muy desarrollada para poder mantener el sistema, que de otra forma dejaría de ser eficaz.

“La administración y control es también una parte esencial de la secretaría y vendría a ser la fundamentación de su existencia. La idea es tenerlo todo controlado. Sólo basta recordar los problemas que generó el tema de los faltantes de combustibles. Otra dependencia es Defensa Civil, que asesora principalmente a la Dirección de Obras Particulares en medidas antisiniestrales para edificios o lo realizado en Cariló con el plan de manejo del fuego. Mucha capacitación dirigida a la comunidad, como RCP. La Dirección de Seguridad en Playa, que, además de manejar el operativo de verano con sus 120 guardavidas, tutela la circulación vehicular en la playa”, redondea Yeannes.

La cobertura se vale de otros mecanismos, no menos importantes. Son los que determinaron saldos positivos de diversos ilícitos, merced al trabajo en equipo.