Pareciera ser que la gente respondió afirmativamente a la invitación del intendente Yeza y terminaron quedándose a vivir en el distrito. Medios nacionales evaluaron la situación que vuelca la demanda de vacantes en los establecimientos privados.
Efecto de la pandemia o inseguridad, en el mar de la incertidumbre todo es posible. En este caso se trata de familias que han elegido Pinamar para vivir definitivamente, dando lugar a una consecuencia lógica la demanda de vacantes en las escuelas. Si bien hay cierta reticencia a proporcionar datos certeros ha trascendido que la tendencia es esa: a mayor familias un número creciente de alumnos.
Hace una semana, aproximadamente, un medio nacional destacó que diciembre había sido un mes récord en venta de propiedades y terrenos. Con relación a este último rasgo podemos decir que, pruebas a la vista, solo es necesario recorrer un poco la periferia de la ciudad para corroborar la existencia de una docena de edificios, aun sin habitar, que se encuentran vendidos.
“La pandemia por el coronavirus cambió los hábitos y las costumbres. Los espacios al aire libre, el verde y la naturaleza cobraron una importancia única durante la cuarentena. Por eso no sorprende que cada vez más personas decidan escaparse del asfalto y radicarse lejos de las grandes urbes. Desde el partido de Pinamar impulsaron una campaña para invitar a la población a que elijan vivir en la ciudad balnearia. En sólo dos semanas recibieron 300 pedidos para radicarse en la ciudad costera. Lo cierto es que este boom ahora se ve reflejado en el mercado de bienes raíces. Según las inmobiliarias locales en los últimos 15 días hubo un boom de compra-venta de casas”, escribió Belén Fernández para Ámbito.
Por su parte Andrea Glikman para el mismo medio dice: “Más de 20 chicos se anotaron de afuera de Pinamar, son de Capital y alrededores”, explicaron desde el Colegio San Antonio. Y añade “La escuela tiene 42 años y siempre hubo familias nuevas de afuera pero este año mucho más...”, aseguraron, lo cual evidencia este aumento récord en la migración escolar hacia Pinamar.
El cambio se ve favorecido por el teletrabajo que asiste tanto a padres como a aquellos alumnos que terminan sus estudios con esta modalidad.