“Nada que objetar, porque la elección fue transparente”

El candidato a intendente por el nuevo vecinalismo reflexionó acerca de las elecciones y dijo que es necesario hacer una reflexión y un análisis profundo en aras de asegurar la vigencia de Propin en el ejercicio de las dos bancas que hoy ocupa.

Como a lo largo de toda la campaña, el candidato a intendente de Propin se mostró amable y accesible y contestó a una serie de preguntas relacionadas con el resultado reciente de las elecciones generales. Entiende que es necesario un autoanálisis y trabajar para legislar desde el bloque que aún conserva.

–¿Cómo ha repercutido este resultado adverso en el equipo de Propin?
–Después de toda competencia, uno se toma unos días y empieza una etapa de reflexión para ver cómo fue el resultado y a partir de ahí analizar qué cosas se pueden corregir. En nuestro caso fue un golpe muy duro porque todo el equipo de trabajo había hecho un enorme esfuerzo y realmente el resultado no fue el esperado. Nuestro objetivo era renovar las bancas, teníamos dos, y la verdad que quedamos lejos de ese objetivo porque no renovamos ninguna. Ahí queda el sinsabor de por un lado analizar bien las causas de lo que pasó y por otra parte mirar para adelante y seguir trabajando. Nosotros tenemos dos concejales que van a quedar en el HCD y tenemos por delante seguir mejorando porque si el resultado no nos acompaña se pone en riesgo inclusive la supervivencia de Propin.

–No son pocos los que dijeron que el tener una interna partidaria podía haberlos debilitado. ¿Cómo ves esta circunstancia?
–Cada uno te va a plantear algún elemento y seguramente todos van a tener un poco de razón. Acá lo que hay que entender es que no hay un solo factor o elemento que es el condicionante sino que es todo el contexto y un conjunto de aciertos de los adversarios y errores propios, pero lo que me gusta a mí siempre es ver los aciertos de los otros para copiarlos y los errores propios para corregirlos. Para mí ahí está la clave de cada competencia y de cada resultado porque de nada sirve mirar lo que pasó si no vamos a estar dispuestos a cambiar nada, y por otra parte tampoco estoy dispuesto a cambiar cualquier cosa por un objetivo; ésa es una cosa que también me decían. Yo tomaba una frase de Mercedes Taurizano, que escuché en el 2015, que decía: “Yo prefiero festejar junto a mis enemigos que llorar junto a mis aliados”. Nada más alejado de ese pensamiento. Yo soy de la idea de lo estoico, de sostenerse de pie, y si uno tiene que desaparecer porque su visión de Pinamar, o sus ideas o formas no son las que comparte el electorado, prefiero desaparecer. Ésa es una cosa que tengo clara, por eso soy una persona muy autocrítica. Me gusta cambiar en un montón de cuestiones pero mis convicciones no las cambio.

–¿De haber existido un ofrecimiento por parte del gobierno, lo aceptarías?
–Casualmente, ayer por ejemplo me preguntaban si me incorporaría al Ejecutivo y yo decía que un gobierno que considero que no es transparente, que ha perdido una oportunidad histórica… estar trabajando dentro de un gabinete… no me sentiría para nada representado. Entonces lo descarto de plano. Esas cuestiones me parece que son lo que marca la diferencia y a mí me dejan dormir tranquilo. En la calle puedo mirar a todos a la cara y también un enorme respeto con mis adversarios. Obviamente felicitamos a Martín Yeza y a Gregorio Estanga. Lo primero que hicimos fue ir con Maxi Santini y Leonardo Napoli, presidente del partido, a felicitar al intendente porque el resultado fue contundente y nada que objetar porque la elección fue transparente. Algún hecho aislado, pero la elección en general fue con total normalidad. Una muy buena elección del oficialismo y creo que ahí la gente valoró mucho los aciertos y lo que estaba bien y por ahí en este momento no tuvo en cuenta tanto las falencias o las irregularidades que nosotros denunciamos y de alguna manera marcamos como aspectos a mejorar.

–¿Tienen prevista alguna asamblea como para pasar en limpio lo sucedido?
–Nosotros normalmente lo que hacemos es dejar pasar algunos días… Después que pasa la elección hacemos dos acciones muy concretas. Por un lado, un agasajo a los fiscales porque realmente el trabajo de ellos ha sido enorme. Logramos cubrir casi el 100% de las mesas, con un trabajo ad honorem, así que hacemos algún tipo de comida para darle un cierre. Y, por otro lado, hacemos una reunión del equipo de trabajo donde primero hacemos un poco de catarsis, largar un poco, y después sí, un análisis mucho más técnico de lo que es el resultado electoral. También marcar cómo vamos a tener que adaptarnos al sistema electoral que tenemos. Hay muchas cuestiones que uno analiza, ya a nivel provincial, porque Pinamar en ese aspecto no es el único y te das cuenta de las dificultades que tuvo el vecinalismo para hacer pie en todos los distritos. Eso obliga de alguna manera a pensar o repensar la idea de poder llegar solo, por lo menos debatir si tiene que ingresar en algún frente, o seguir solos, pero hay que entender los riesgos que tiene hacerlo. Si no entendemos las reglas de juego de la política en ciertas cuestiones y no estamos dispuestos a adaptarnos, tenemos que hacernos cargo de las consecuencias. Preguntarnos qué se puede cambiar y qué estamos dispuestos a cambiar.