La reconocida arquitecta Alicia Álvarez Iturregui se refirió a los espacios urbanos y sus modificaciones que tienen que ser producto de consenso y por consiguiente fruto de acuerdos entre las partes.
A poco de hacer concluido una nueva capacitación, la profesional habla de la pandemia, en primera instancia, y la forma en que la determinó a seguir sumando conocimientos.
“Para mí este año, y creo que para todos, es un año de muchos aprendizajes y todo este tema de la pandemia, el encierro, vislumbrar lo que se viene me llevó a ponerme a estudiar de nuevo, después de muchos años volver a ser alumna. Realmente para mí ha sido muy positivo, había un posgrado de la UBA sobre gestión integral del espacio público y arranqué, un poco tímidamente a ver qué pasaba, cómo era ser alumna después de tanto tiempo, con técnicas y esta nueva forma de aprender a distancia, me enganché con otros temas y sigo estudiando, terminé eso y ahora me anoté con otro que es el del Banco Interamericano de Desarrollo sobre gestión avanzada y muy creativa e innovadora sobre turismo. Un cambio fuerte en la vida”, se entusiasma.
Iturregui muestra el camino ante la pandemia y es superarse aún en estos tiempos y correrse del foco del temor constante al contagio. Todo consiste en asumir una actitud de apertura, especialmente ante la posibilidad de cursar a distancia con las nuevas herramientas.
“Es un aprendizaje distinto porque en realidad cuando uno vive lejos de los centros educativos de donde uno aspira aprender, por ejemplo la UBA. Yo lo intenté hace muchos años pero viajar era un infierno, empecé pero tenías que ir todas las semanas y todas las semanas es una complicación muy grande, llegar acá cansado, tener tus actividades y tener que ponerte a estudiar y hacer los prácticos, tener que volver, lo hacía prácticamente imposible, ahora este procedimiento pierde la magia y el romanticismo de todo ese encuentro pero conlleva la posibilidad de poder estudiar en cualquier universidad del país y lo que quieras y en este contexto todo el mundo está muy dispuesto a escuchar, a aprender, a intercambiar, hay mucha curiosidad por este nuevo sistema, muchas expectativas y la verdad que ha sido muy positivo”, describe esta nueva posibilidad.
En su comentario aborda tácitamente las modificaciones que se han operado en el espacio urbano en los últimos tiempos.
“Entre las cosas que este año me han quedado mucho más claras de lo que las tenía es que la ciudad hay que tratarla como un todo. Existe una medicina que es particularizada que va en una persona a cada uno de los órganos y que se denomina holística. Esta nos toma como un todo, que arranca desde el alma y descubre nuestras enfermedades desde el punto de vista médico pero como una integridad y me parece que Pinamar merece una medicina de ese tipo y no una tan particularizada” afirma y añade “…una interacción de todo lo que es Pinamar desde la ruta hasta la playa pensando en todos los ejes, integralmente el tema del agua, de la basura, los grandes temas de infraestructura y de superestructura. De ahí la importancia de todos los actores tanto la municipalidad como las instituciones”.