Polémica ordenanza incluye entre edificios históricos a un balneario que debería ser demolido y licitado

El balneario Divisadero de Cariló fue incluido en la nueva ordenanza de Preservación Patrimonial, tiene la concesión vencida hace un año y su infraestructura va contra las pautas de Frente Marítimo a las que el resto de los balnearios debieron adaptarse.

El Concejo Deliberante sancionó la ordenanza 6248/2022 por unanimidad que determina los lugares a los que el municipio deberá preservar patrimonialmente. Están incluidos sitios emblemáticos de la ciudad por su valor cultural, artístico como la Rambla Sur, La Elenita o la Casa Robette. Sin embargo, desató la polémica la inclusión del balneario Divisadero de Cariló entre los lugares a preservar.

El balneario explota la concesión del espacio público con gastronomía y sombra, pero se encuentra en un estado irregular, ya que, vencida la licitación por el año pasado se expidió una licencia precaria finalizada en 2021. A principio de año, el Concejo Deliberante insistió en que se debería llamar a una nueva licitación por el balneario y aún no se convocó.

Las excepciones que el municipio hace con Divisadero continúan porque existe una legislación de Frente Marítimo a la que el resto de los balnearios debieron adaptarse. “Todos los balnearios tuvieron que demoler sus piletas, pero para que el lugar pueda mantenerla resolvieron que sería considerada como un reservorio de agua para los bomberos, en caso de que lo necesitaran”, explica un concesionario.

El mismo balneario fue eje de críticas también por pagar un canon inferior al resto de sus vecinos. Julián Lody, en representación de Jefatura de Gobierno y director de Frente Marítimo justificó el año pasado que el lugar tenía permitido menos espacio de sombra. A pesar de tener permitido 30 espacios, desde Divisadero pusieron 100 durante el verano. El municipio multó “con una suma irrisoria”, denunciaron concejales opositores y señalaron la falta de fiscalización del municipio a los reiterados abusos.

“La inclusión en el listado de lugares protegidos señala el favoritismo que algunos funcionarios tienen con el lugar”, describen y resaltan que el año pasado, los administradores también hicieron reformas en el interior, con pisos deck nuevos en el edificio construido en los 90. “¿Qué valor histórico tiene?”, cuestionan.