Tensa e injusta vigilia

La historia ya es conocida sin embargo al momento de hacer esta crónica la situación no había cambiado sustancialmente y parecía eternizarse con la presencia de intrusos en la casa usurpada de Cariló ante la pasividad de la justicia.

Una injustificada espera recalca la absurda situación de los dueños de una casa que reclamaron al inicio de la pandemia y aun hoy siguen sin recibir una respuesta por parte de la justicia en torno a una flagrante usurpación.

En la mañana de hoy, la situación persistía, mientras Viviana y Gustavo los verdaderos dueños de la casa asistían expectantes a la espera de una solución.

“El 5 de enero fue que nosotros hicimos la denuncia en la comisaría, quedó asentada la denuncia y ayer recién creo que el 10 llegó a la fiscalía y no se hizo nada hasta los dos meses y medio, cuándo se desestimó la causa, después nos agarró la pandemia y acá esta gente aprovechó para hacer toda la remodelación qué hizo de la casa, uso, increíbles los cambios que le han hecho, de pintura, de fachada, ahora nos cuenta un vecino que de noche parece que hay luces de colores”, describe Viviana.

Una de las preguntas que todos se hacen es como se pudo haber desestimado la denuncia original. En este caso es Gustavo quien responde: “Se desestima la causa sobre una base increíble de un contrato de alquiler que presentaron con un tal Franco López sin firma sin documento, una hoja A4 escrita y nada más, un mamarracho, junto con lo que Viviana presentó, los papeles por supuesto de esta propiedad, desestima la causa con algo que no se puede llegar a entender, con nada, nos presentamos ante él y reconoce en cierta parte un error humano, después figura como que le vendieron la posesión, sin escritura nada por supuesto porque tenemos el informe de dominio y la casa no es de ellos ni nada, compran la posesión de la casa y según el fiscal, que nos lo mostró es más trucho que el primer contrato, o sea no sé cómo esto ha continuado de esta manera. A raíz de un amigo que saca una foto y nos dice ‘che cambiaron el color de la casa’, encontramos un auto que nos mandó Dios, estacionado, le sacamos un informe de dominio desde Buenos Aires y averiguamos qué es de Pilar, nos contactamos con esa persona y nos dice yo nunca fui a Cariló. Se trata de un auto importante casi cero kilómetro, clonado. Entonces decidimos viajar cuando nos dieron los permisos, y cuando estuvimos acá nos fijamos y veo que la patente es trucha, era melliza, avisamos a las autoridades, nos costó bastante entrarles, hasta que nos plantamos en la casa, llamamos al 911, vino la policía, ejercimos presión y llevaron a hacer el análisis sobre el auto y dio qué es mellizo”.

Quien firma en el supuesto contrato es una persona desconocida para los dueños, allí no figura ni aclaración de firma ni número de DNI. Según el testimonio de Gustavo el caso estaría en manos del juez Mancinelli. En el momento de hacer esta entrevista la situación era la misma salvo que el rodado clonado ya había sido incautado.

El caso ya es una noticia a nivel nacional. Gustavo dice con razón: “Tienen la oportunidad de revertir esto”. Que así sea y se haga justicia.

Finalmente el desalojo
A escasas horas de esta publicación el Juez Mancinelli ordenó el desalojo que se concretó en horas de la tarde.