“Todo muy absurdo, en definitiva”

La frase es del intendente, que luego de analizar la votación por un aumento del 10% considera que es irrisoria la actitud del Concejo.

El intendente no entiende la negativa del Concejo a votar por un porcentaje más cercano a sus pretensiones. De esta manera considera que el próximo paso serán los recortes.

–¿Qué opinión te merece la actitud del Concejo en el tema presupuestario?
–Me genera muchas contradicciones la situación planteada. Por un lado, en 2018 tuvimos un reconocimiento a la segunda mejor gestión financiera a nivel municipal, leemos en la tapa de Clarín cómo Pinamar está recuperando un público selecto después de muchos años y, por otro lado, tenemos un Concejo Deliberante que hizo algo totalmente inesperado por todo lo que habíamos venido trabajando en este tiempo. Quiero destacar esto porque me parece decepcionante. Sobre todo lo de la gente de Propin, con los que hemos podido trabajar bien en su momento. A mí, de todas formas, no me queda otra que seguir siendo optimista.

–¿Qué lectura hacés al respecto?
–Vi a Propin, junto a La Cámpora, unidos… algo que, parece, se viene repitiendo desde que asumimos. Y quiero ser muy sincero en esto. Lo de Propin me decepciona porque ellos se me presentan como algo “diferente”, que quieren sentarse a dialogar, que son distintos a La Cámpora; mandamos a los funcionarios a dialogar, más allá de las faltas de respeto, y aun así las cosas vuelven a tornarse en contra. Finalmente, en privado, te dicen que tenés razón pero que tienen que votar en contra para no romper el partido. Ahora, hay que preguntarles a estas dos fuerzas, cómo es que se están pasando, de año en año, la presidencia del Concejo, algo que se sabía que sería así. Hay que preguntarles por qué, si les hemos acercado toda la información y los detalles, siguen con estos manejos. Esto es muy difícil porque uno juega desde la confianza. Das chances, bajás la guardia, te hablan de problemas familiares y así especulan. Todo esto se da dentro del Concejo. Y así contestan. Es duro porque nosotros estamos administrando responsablemente la Municipalidad, con ciertas reglas que ellos no manejan.

–¿A qué apuntás con esto?
–Nosotros hemos tenido una inflación en el 2018 que alcanzó el 48%; para el 2019 el cálculo más optimista es del 25%, y nos aprueban un aumento de 10%. Esto, sin ser demasiado brillante, implica un desfinanciamiento de toda la Municipalidad. Si el juego entre inflación y nuestro número es tan diferente, es evidente que todo se va complicar.

–¿Por ejemplo?
–En todo. Vos tenés dos máquinas que ingresan después de cada lluvia en Divisadero para garantizar el acceso a Cariló para los trabajadores. Que siguen luego la ruta del Montemar para que los trabajadores puedan, a su vez, volver a sus casas. Todo eso se hace con horas extra. Con la limpieza de los pluviales, que evitan mayores inundaciones. Todo esto se logra con los refuerzos, con recaudos que vamos tomando y que ya no se van a poder hacer. Lo otro que pedíamos es un aumento en la Tasa de Salud. Tampoco lo otorgaron. Con este 10% ni siquiera será fácil pagar los sueldos de los trabajadores que tenemos hoy. Ya pensar en una paritaria, como ocurre en cualquier municipio, es difícil.

–¿Qué explicación le encontrás?
–Me cuesta aun explicar lo que está ocurriendo. Es una irresponsabilidad tan grande. Lo primero que me nace, naturalmente, es saber que hay que ser fuerte para seguir adelante pero momentos así te hacen perder la confianza en la política. Vos tenés la creencia y el compromiso de haber entrado a este mundo para cambiar las cosas, para mejorar la vida de los vecinos. Pero no es así en todos los casos; por suerte nosotros, en nuestro espacio, seguimos con esa filosofía, más allá de situaciones como esta.

–¿Esta situación te desmoraliza?
–Sí, no voy a mentir, es durísimo. Ellos son “buenos” en lo privado y parece que están de acuerdo en que el mejor camino para Pinamar es el que emprendimos hace tres años pero después van al Concejo y te desfinancian. Te hablan de cosas absurdas. Es vergonzoso lo que tenés que escuchar en las sesiones. Es absurdo, triste y vergonzoso en partidas iguales. Hasta llegar al ridículo de pedir que el Presupuesto se adaptara en función al presupuesto del Concejo Deliberante. Es hasta bizarro.

–¿El manejarse con austeridad sigue vigente?
–Claro. Sí, hasta el año pasado pedí que se creara una nueva categoría de ingresante para poder cobrar menos; pero, como esto iba a implicar que ellos también tuvieran que cobrar menos, dijeron que no. Ni siquiera llegó a tratarse; dijeron que no en comisión. Son muchas cosas que, de a ratos, me tiran para abajo pero después digo “no”. Ésta es la misma gente que viene complicando las cosas hace años y no hay que aflojar. Estos tipos fueron funcionarios, siempre estuvieron metidos en todo lo que está mal. Son mentirosos, son sátrapas, y encima se juntaron para tener la presidencia del Concejo y somos el único municipio que tiene este aumento. Es increíble. Todos han tenido mínimo un aumento del 30%. Es muy loco todo esto.

–¿Hay argumentos que justifiquen la decisión?
–Son muy bizarros e irresponsables. No merecen mucho tiempo de análisis ni de inteligencia. Lo que sí he decidido es seguir tratando, incluso valiéndonos de los reconocimientos nacionales que ha tenido nuestra administración, de sacar a Pinamar adelante. Hoy Pinamar está bien, está normalizada, y queremos que todo siga así y mejor aun. Es evidente que esta gente no quiero nada bueno para nuestro pueblo, para nuestra gente. No estamos brillantes como nos gustaría pero está normal. Todo funciona. Se recogen las ramas, se cambian los focos, los reclamos se contestan, se arreglan las calles. Hagan la prueba de ingresar en reclamos.pinamar.gob.ar y van a ver cómo se trabaja hoy en Pinamar. Hemos normalizado la Municipalidad. La nafta, por ejemplo, se la robaban. No había vehículos, no teníamos sillas, no teníamos internet. Todo esto se puede decir y que nadie se ofenda. Nosotros hemos hecho denuncias para evidenciar lo que pasaba. Todo esto a mí me deja tranquilo. Sé que lo nuestro es mucho más fuerte que toda la mediocridad que expone esta gente. Ya lo demostramos en 2015, en 2017 y lo vamos a volver demostrar en 2019.

–¿A tu criterio esto llega a la opinión pública?
–Por supuesto, y eso es lo que me mueve a seguir trabajando. A seguir liderando un equipo de gente que está comprometida con Pinamar y sus vecinos. Yo creo que la gente ya se dio cuenta, ya saben, no hay que subestimarlos. Todos ya saben que el aumento que nos permiten repercute en un montón de inconvenientes. Que hay cosas que vamos a tener que recortar. En Pinamar, por esto, el ajuste lo hicieron La Cámpora y Propin.

–Desde algunos sectores se dice que hay quienes apuestan al fracaso. ¿Percibís esa situación?
–Es extraño que voten porque no le vaya bien a Pinamar. Y quizás la idea es que le vaya mal a Martín Yeza. Nosotros mismos le hemos dado fondos afectados al Concejo Deliberante para que los concejales no pierdan atributos, asesores, etc. No sabemos, en definitiva, si esto es personal, miedo o qué. Y esto lo pongo en perspectiva porque el vecino ya se dio cuenta de muchos de estos manejos. Un aumento del 10%, una municipalidad que no funciona, perjudica más a los vecinos que a Martín Yeza o al gobierno municipal. Con todo lo que hicimos, y esto está medido, seguimos siendo competitivos, si el tema es por las elecciones de este año. Sinceramente, si es así, no lo entiendo. Así piensan ellos. Yo quisiera saber qué piensan los municipales, los guardavidas, algunos, incluso, compañeros de militancia; quisiera saber qué opinan de estos manejos.

–¿Ellos con este aumento deciden hacer el ajuste a costa del Municipio?
–Claro, porque nos obligan a hacer ese ajuste para adentro. En la Argentina, la presión tributaria nacional es del 84%, el 14,5 de las provincias y el 1,5 del municipio. Decidieron que el ajuste tenía que caer en el Municipio. Que la Municipalidad sólo trabaje de 7 a 14 como si ahora no tuviésemos miles de personas, como si no fuésemos un destino turístico, como si no tuviéramos ciudadanos todo el año en Cariló, en Valeria del Mar, en Ostende.

–¿Ante esta situación, es alternativa la de vetar lo decidido y funcionar con un presupuesto prorrogado?
–Son todas opciones; todo muy absurdo, en definitiva. Son soluciones complejas que no se entienden. Ya analizaremos qué respuesta tomar. Lo absurdo de todo es muy repetitivo. En 2018 intentaron destituirme; en 2016, con el tema del frente marítimo, intentaron destituirme. En 2019 se dieron cuenta de que la gente no es tonta y están tan desesperados por dejarme fuera del mapa que la idea fue desfinanciar el Municipio. Estamos muy bien y esto le molesta a mucha gente.

–¿Cómo se planifica de acá para adelante?
–A nosotros nos pagan para solucionar problemas, para gestionar lo mejor posible. Ahora, nosotros enviamos un Presupuesto superador pero el Concejo Deliberante nos devuelve negativamente el proyecto y nos impone un Municipio que no puede funcionar. Vos lo que me decís con esto es: “Quiero menos servicios”. No obstante, vamos a tratar de que el recorte se sienta lo menos posible; es muy poco en lo que podemos recortar hoy pero lo vamos a tener que hacer. Hay que hacer equilibrio, ver en qué se gasta, en qué nos hace falta. Nosotros pedimos un aumento del 35% o un 25% y un 5% en la Tasa de Salud. Y nos dieron un 10%. Solamente en Pinamar pasó esto. Solamente en Pinamar hacen esto con los recursos o quieren destituir al intendente todos los años. Es un minuto de fama mediocre que tienen estos espacios políticos que en cuatro años no han presentado un solo proyecto en el Concejo. Los ediles no me pueden dejar mentir, no hay proyectos. Me cansé de pedir ordenanzas y no trabajan. Pinamar necesita cosas que el Concejo no debate, no trabaja, no impulsa. Ponen trabas. Todo lo que se debatió en el último tiempo salió desde el bloque de Cambiemos. Ni siquiera la ordenanza de “pajitas” se les ocurrió. Nada, cero. Absolutamente nada. Son todos proyectos a medio hacer, a medio terminar. ¿Les pagamos el sueldo para qué? No tienen compromiso ni proyección, solamente los quince minutos de fama de poder pegarle al intendente o desfinanciar. Así le va mal a Pinamar. Pero, ojo, estoy convencido de poder seguir adelante. Va a ser muy difícil pero vamos a poner toda la energía en salir adelante.