Ventoso profundiza acerca de su futuro cargo

Fue el primero en comunicar su continuidad en un cargo político de la administración Yeza y es también uno de los que iniciaron un aprendizaje acerca de los desafíos que plantea la temporada.

El concejal Lucas Ventoso sabe que el 11 de diciembre ya estará en funciones, ocupando la Secretaría de Seguridad, tarea que realiza actualmente Matías Yeannes, quien pasará a ocupar una banca de concejal a partir de la misma fecha.

Como cada temporada, los sistemas de control se colapsan ante el vendaval de vendedores ambulantes y la proliferación de cuatriciclos y UTV que intentan ingresar a la playa.

Sobre este último aspecto de la seguridad, Ventoso dijo: “Estamos trabajando desde hace tiempo. Junto al intendente estuvimos recorriendo la zona norte de Pinamar para poder organizar la entrada y salida de vehículos del sector de playa habilitado para el tránsito y estamos trabajando en hacer una entrada hacia el frente marítimo y una salida separada, de manera de no confluir todos los vehículos una misma entrada y salida. Eso generaba un riesgo muy grande porque en la parte alta del médano se produce un punto ciego que es peligroso. Entonces lo que estamos haciendo con el permiso de Pinamar SA, que es la propietaria de esa franja de terreno, es habilitar una entrada y una salida debidamente señalizadas. Además, señalizar en la zona de playa donde se puede circular, detrás de las casillas de guardavidas y antes de llegar al pie de médano hay todo un cerco perimetral que permite el tránsito de manera debidamente señalizado, de manera que quienes quieran transitar por allí lo puedan hacer pero no puedan pasar a la parte privada, que eso ya es responsabilidad de quienes quieran infringir la norma, que es la parte prohibida”.

El razonamiento de Ventoso no es difícil de entender, ya que es un criterio básico diferenciar lo público de lo privado. En este caso los médanos vivos son de propiedad privada y por consiguiente no se puede ingresar. En el espacio público el Estado reglamenta, restringe y ordena el tránsito vehicular; para ello se vale de señalización, de un vallado y de la presencia de efectivos que se encarguen de hacer cumplir las normas.

Por consiguiente cualquier persona que rompa ese vallado, viole las normas y se meta en un terreno privado está cometiendo una infracción y corre por su propia cuenta y responsabilidad cualquier tipo de acontecimiento trágico que pueda suceder allí.

“La zona de la olla es una zona prohibida; es privada. Para darte un ejemplo, es como que una persona se metiera en el campo privado de cualquier persona y a bordo de un cuatriciclo o un auto se pegue contra un poste. En el acceso a ‘rompehuesos’ la entrada va a estar señalizada; desde el pie de médano hasta la casilla de guardavidas hay un cerco perimetral compuesto por árboles, por troncos, que impide acercarse al frente marítimo más allá de las casillas y más allá del pie de médano. Insisto: quienes violen la normativa, violen la cartelería y pasen por arriba o rompan el vallado para pasar es pura o exclusivamente responsabilidad de las personas que lo hagan. Por supuesto que allí va a haber autoridad de Tránsito, policía, también va a haber una ambulancia, pero si una persona rompe el vallado y se mete por lugares prohibidos, la policía no puede ir a correrla hasta donde se metió porque hay miles de vehículos. Lo que sí, nadie va a poder alegar que no sabía por dónde tenía que transitar. Se aplicarán sanciones severas, que es lo que estamos trabajando”, especifica Ventoso haciendo gala de un conocimiento poco común del lugar.

El tema se desdobla y, fuera de la playa, otra preocupación es la zona centro. Al respecto, dice: “Hay una zona que es el circuito urbano donde pueden transitar los vehículos, UTV y cuatriciclos, que es donde está habilitado. Por el resto de las zonas no habilitadas no se puede circular. Hay que ir con el vehículo en un acoplado y directamente en la zona autorizada en la playa donde esté habilitado para circular. Esa es toda una zona perimetral que permite llegar al acceso norte de Pinamar y sur, y son arterias principales. Ahora eso se va a difundir, como se lo hizo el año pasado, para que los turistas tengan conocimiento de esa circunstancia y lo importante es el trabajo en Tránsito. Vamos a llevar adelante una tarea informativa y pedagógica con quienes transiten en vehículos 4x4 y aplicar sanciones luego”.

En la zona sur va a haber la misma metodología: señalización, control, una función pedagógica. Todo, por supuesto, acompañado con sanciones por faltas graves.

“Pinamar tiene 25 kilómetros de extensión, que es casi imposible fiscalizar, que linda con el espacio privado, pero nadie va a poder alegar que no sabía dónde podía circular”, concluye.