Ya son varios los municipios que han endurecido sus controles

Ante las versiones que indican que mayo será el mes de la agudización de la pandemia, un grupo de intendentes han endurecido su accionar contra el virus. Las municipalidades de Zárate, Rivadavia, Villa Gesell y Pila son los que, hasta ahora, han tomado la iniciativa.

Las medidas no son desconocidas, lo que sí es evidente el carácter perentorio ya que se habla de la obligatoriedad del uso de barbijo y mascarillas, la clausura total de accesos y hasta toque de queda. Es que muchos jefes comunales temen por igual a la crisis económica como al déficit sanitario en caso de agudizarse la situación.

El tema es que el sistema de salud no toleraría la carga de una pandemia y ante la desesperación surgen diferentes opiniones que por momentos se contradicen e inducen a la confusión. Un ejemplo es el uso del barbijo que nació como necesario, luego se volvió hasta nocivo, para que ahora se decrete la obligatoriedad de su uso, tal cual lo determinó el gobierno de Zárate.

La forma casera de hacer un barbijo tiene decenas de versiones que circulan en las redes. Los mejores, aseguran los usuarios entendidos, son caros y su vida útil no es prolongada. Javier Reynoso del partido de Rivadavia lo denominó Mascarilla Social Sanitaria y hasta facilitó su uso poniendo a disposición de la población cerca de 1500 unidades.

En General La Madrid, el intendente Martín Randazzo hizo lo mismo.

Tanto el intendente de este distrito como su par de Zárate contaron con el apoyo de la comunidad que se encargo de su confección.

Gustavo Walker en Pila determinó la tajante prohibición de que nadie que no residiera en su distrito pueda ingresar, incluyendo en la prohibición a los proveedores de los diferentes comercios.

Cuando se conoció la existencia de los dos casos de Pinamar, el intendente de Gesell, Gustavo Barrera fue drástico y redujo el horario de apertura de los comercios y determinó que el cierre se operase a las 15.30.