Cada vez falta menos. El próximo domingo 15 de agosto es el Día de la Niñez, unas de las fechas más esperadas del año por nuestros niños y niñas. Y como siempre sucede para este acontecimiento, surge la pregunta: ¿qué regalarles? Opciones no faltan y, en rigor, varían según la edad. Ropa, tecnología y juguetes, en su más amplio abanico, suelen estar entre los preferidos y es precisamente sobre estos últimos que me atrevo a hacer un pequeño aporte desde la mirada del Diseño y el desarrollo neurocognitivo.

Los héroes del momento o los juguetes de moda pueden ser la solución para regalar. Seguramente habremos cumplido… pero en muchos casos, o en su mayoría, el uso que se hará de ellos será efímero. No obstante, si hacemos un breve recorrido por el “universo de los juguetes” se destaca uno que en sus diversos formatos ofrecidos ha sabido siempre continuar la misma lógica lúdica e invaluable logrando trascender los tiempos y las modas. Se trata de los juguetes modulares o sistemas constructivos.

¿Qué ventajas reportan? Muchas. Existen diseños para los diferentes rangos etarios, desde los que presentan geometrías simples y puras con encastres por interferencia (rozamiento) para los más pequeños hasta aquellos con diseños de piezas específicas con sistemas de unión por encastres o “clipsados”, cumpliendo en cada caso con las normativas de seguridad. Los materiales utilizados para su fabricación son de los más variados ya que se utilizan maderas, metales y diversos tipos de plásticos. En el caso de estos últimos, además, presentan un alto grado de reciclabilidad. Vale aclarar que, adicionalmente, estos sistemas constructivos tienen la característica de ser atemporales al trascender las modas y ser, en cierta forma, heredables, lo que los hace sostenibles/sustentables en el tiempo.

Otra característica es que son adaptables a otros juguetes de diversos formatos y escalas, convirtiéndose, por su versatilidad, en un complemento ideal. Castillos, casas, autos, aviones, naves… A la hora de construir, no hay límite alguno y las posibilidades de combinaciones son casi infinitas, más allá de las prefiguraciones con las que suelen ser comercializados. En función de las marcas, estos sistemas ofrecen también accesorios que los potencian, tales como motores, engranajes, poleas, electrónica, etc. Sus upgrades amplían las posibilidades de uso permitiendo verificar y poner a prueba mecanismos complejos tales como robots programables, para nombrar un ejemplo, que los convierten también en una herramienta ampliamente utilizada en los ámbitos académicos en sus diferentes niveles. Muchas de las marcas han desarrollado aplicaciones, clubes, parques temáticos, películas y redes sociales logrando ampliar el universo de usuarios hacia jóvenes y adultos.

Para finalizar, una de las características más importantes de estos juguetes es su dinámica ya que su uso estimula habilidades duras y blandas. En este sentido, se incentiva el compartir y se acompaña a desarrollar en los niños y niñas distintos tipos de capacidades tales como la motricidad fina, creatividad, exploración, concentración, entre otras habilidades cognitivas fundamentales como de reconocimiento físico de texturas, pesos y dimensiones cuya edad de oro se encuentra, justamente, durante la infancia.