Aislacion de ambientes

Hay dos factores determinantes en el consumo residencial: la iluminación artificial y el uso de aparatos eléctricos de calefacción y refrigeración.

Es conocido que las lámparas de bajo consumo gastan cinco veces menos que las incandescentes. Pero hay otra forma menos difundida de disminuir significativamente el consumo de electricidad: aislando térmicamente los edificios.

El Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree) ha difundido la importancia de reemplazar las lámparas incandescentes por las de bajo consumo y ya logró que se cambien 5,5 millones de lámparas.

En cuanto al alto consumo eléctrico de calefactores y equipos de aire acondicionado, que hacen subir fuertemente la demanda los días muy fríos o muy cálidos, el aislamiento térmico tiene un importante papel que cumplir. Esto permite ahorrar electricidad y gas. También permite recurrir a equipos de calefacción y refrigeración de menor potencia.

El calor y el frío no solo entran por la ventana. Las paredes de ladrillo (hueco o macizo) conforman una barrera insuficiente. Una pared de ladrillo cerámico hueco de 18 cm, la más ancha, no cumple con los requerimientos mínimos de confort que indican las normas IRAM específicas, y de las que abreva la ley bonaerense de acondicionamiento térmico en las construcciones.

La deficiencia es más notoria en los materiales con los que habitualmente se resuelven los muros exteriores: huecos de 8 y 12 centímetros, bloques de cemento y ladrillos comunes. Ya sea por falta de información o por un ajuste en los costos, lo cierto es que, al no considerar soluciones térmicamente eficientes, se está “ahorrando” en el rubro equivocado. Las consecuencias de construir una envolvente deficiente impactan directamente en el consumo energético y en la salubridad de los ambientes.

Esta solución permite mejorar un 86% la aislación del cerramiento, alcanzando los estándares de confort que establecen las normas sin cambiar la apariencia ni el espesor del muro.

Según los especialistas, es más efectivo aislar desde la cara externa del muro: “Así se consigue darle mayor inercia térmica a la construcción y llevar al punto de rocío lo más alejado posible de la cara interna de la pared”, detalla el manual de la Asociación Argentina del Poliestireno Expandido (AAPE).

El sistema EIFS (en inglés, sistema de aislación exterior y terminación) mejora notablemente el comportamiento térmico de una pared. Consiste en superponer una placa aislante (de EPS o lana de vidrio) sobre el revoque grueso. La terminación final se logra con un revoque fino armado o revestimiento acrílico.

Cuando el muro no es nuevo o es imposible trabajar en la cara externa, se puede agregar el aislante sobre la cara interna de la pared. En este caso, primero se colocan perfiles sobre el muro desnudo, o el revoque. Luego, el fieltro Rolac Plata o placas de EPS entre los parantes y, como terminación, se atornillan placas de yeso sobre los perfiles.

Dónde informarse para aislar bien

Cuando el sol aprieta, un techo se puede convertir en un radiador gigante, literalmente, y el gasto de energía para refrigeración o calefacción se dispara. Mejorar el comportamiento térmico de un techo es posible, sea de chapa, teja o losa, con soluciones en las que no es necesario desarmarlo. Algunos ejemplos:

Pintura cerámica

Se trata de un revestimiento de alta prestación, capaz de reducir notablemente la temperatura de un techo de chapa o de una losa con membrana. Con un espesor de capa de tan solo 0,25 mm, la pintura bloquea el calor en sus tres formas de transferencia (radiación, conducción y convección), logrando bajar unos 30 grados la temperatura de una cubierta metálica. Además, contribuye a controlar la propagación del fuego en caso de incendio. El producto se aplica directamente sobre la chapa o membrana aluminizada con rodillo, pincel o pistola.

Techo invertido

Esta solución consiste en disponer unas placas de poliestireno expandido especiales (se parecen a una plancha de ravioles) sobre la membrana hidrófuga intercalando un manto geotextil sobre la losa existente. Al colocar el aislante por la cara externa del techo, se consigue una protección adicional para la membrana al quedar protegida de la acción nociva del calor, alargando su vida útil. Luego, para evitar que las placas se vuelen con el viento y protegerlas de los rayos UV, se coloca como terminación canto rodado de granulometría pareja. Las piedras se pueden reemplazar por tierra para armar un espacio verde, o colocar un deck o baldosas con separadores para que la terraza sea transitable.

Techos de teja o chapa

Cuando están armados de modo tradicional con machimbre a la vista, se puede colocar un rollo de lana de vidrio (tipo Rolac Plata Cubierta) entre los cabios. La tarea es sencilla porque el ancho del rollo está pensado según la separación habitual que se deja entre tirantes. Como terminación, se puede armar un cielorraso de placas de yeso copiando la pendiente de la cubierta. En ambos casos, chapa o teja, esta solución cumple con la aislación térmica nivel B de las normas IRAM para todo el país.

Cubiertas sin pendiente

Desde el interior del ambiente se puede sumar planchas de lana de vidrio tipo Rolac Plata de 70 mm, para luego armar un cielorraso aplicado en seco. Esta solución se puede mejorar aún más para subir al nivel B de las normas para todo el país, armando una cámara de aire entre la cara interna de la losa y el aislante.

Las normas IRAM 11605 brindan información de primera mano pero pueden presentar alguna complejidad de interpretación para quien no está empapado en el tema. A su vez, las empresas proveedoras de materiales aislantes ofrecen los datos de un modo más amigable porque organizan la información a partir de las soluciones usadas en la obra. Isover ofrece en su página web Soluciones multiconfort, una biblioteca interactiva con los datos técnicos y detalles constructivos para aislar techos, paredes, pisos e instalaciones. En cada caso, especifica el coeficiente K y el nivel de cumplimiento de las normas IRAM. A su vez, brinda material técnico y videos de aplicación.

La Asociación Argentina del Poliestireno Expandido preparó un manual técnico de consulta gratuita. En 153 páginas, desgrana los conceptos generales sobre la transferencia de calor y los métodos de cálculo. Y ofrece una guía de soluciones constructivas para aislar correctamente paredes, techos y pisos, con sistemas de construcción tradicional y en seco y su respectivo valor de K.