Amendolara cree firmemente en las economías regionales

Ligado ideológicamente al vecinalismo actual, dio una charla orientativa para la elaboración de biocombustible. Su prédica no se agota allí, ya que cree que hay otras herramientas para mejorar la vida de los pinamarenses.

Es imposible no relacionar a Alejo Amendolara con la elaboración casera de biodiesel y su probada eficacia, aun a su pesar, ya que sus deseos son que se lo asocie con las economías regionales. Durante la semana pasada, dio una charla acerca de la elaboración del combustible en la sede de Propin y no fueron pocos los interesados en adentrarse en los secretos de la elaboración del producto.
Alejo no desmaya; su entusiasmo contagia, aunque, para lograr su cometido, el cambio llevará tiempo: “Si uno tiene su propia huerta en su casa, si uno pudiera hacer su biocombustible, si pudiera reciclar, con la problemática que tenemos y los grandes contratos que se les pagan a los recolectores de basura, cuando uno puede separar en plástico, cartón, vidrio y llevarlo a la cooperativa de reciclado, y luego separar los residuos orgánicos, que es el gran problema contra los residuos secos, el orgánico meterlo en un pozo y tratarlo con lombrices californianas o un biodigestor y luego separar esa basura que queda y dársela al basurero cuando ya le sacamos el plástico, el vidrio, el cartón y el orgánico, poco quedaría y sería sacar la basura una o dos veces por semana, cuando, hoy, una familia tipo lo hace todos los días”.
Para Amendolara es urgente que la Municipalidad empiece a tomar estas políticas referidas a las economías regionales porque en Pinamar a veces no se toma conciencia de que hay otros distritos “donde la gente no la está pasando bien”. Además, entiende que Pinamar es como una burbuja y que, no obstante ello, hay cosas que se pueden realizar.
Antes de su presentación con los vecinos, Alejo Amendolara recordó: “Hoy estamos con el biocombustible. Vamos a demostrar que se puede hacer con un bidón de cinco litros, vamos a producir la mezcla de lo que es el aceite con la solución de alcohol metílico y soda cáustica. Se hace a muy pequeña escala pero la idea es que prenda el bichito en la gente, que se acerque y vea que no es tan difícil y que es un proceso muy fácil. Con los últimos aumentos, donde ha tocado los 40 pesos o más el gasoil, el bueno, se acercó mucha gente a consultar. Antes tenía una cartera de clientes reducida pero con esto de los aumentos me ha llamado mucha gente y no he podido cumplir esa demanda. Creo que me supera en tres o cuatro veces”.
Identificado con el vecinalismo su idea es que cambien las cosas a nivel local. Reconoce que lo que ocurre a nivel nacional y provincial no es modificable para el gobierno municipal pero que sí tiene la responsabilidad de activar otros asuntos.
“Estaba viendo que hay varios talleres en el Centro de Innovación, donde hay domótica, donde hay impresión, que está bárbaro, pero hay que pegar otro paso. Con el software acá hay que empezar a generar trabajo, hay que traer a las empresas, hay que hacerles deducciones de impuestos, hasta incentivos económicos, no solo no cobrarle impuestos sino hasta brindarles infraestructura para que se vengan hacia aquí. Siempre pongo el caso de San Luis, donde mucha gente va y luego dice que es otro país. Debe tener sus errores y virtudes, pero lo ha logrado a fuerza de incentivar las empresas para que puedan trasladarse a San Luis y no a otras provincias donde los impuestos son altísimos. Entonces, Pinamar tiene que dar una vuelta de rosca en todas esas actividades que van marcando una tendencia. El biocombustible va a marcar tendencia porque el combustible fósil se va a acabar en algún momento, porque el software está marcando tendencia. Porque el trabajo físico y de la obra se va acabando porque ya no hay lotes baldíos; no es el Pinamar de hace 30 años”, agrega.
Sus ideas suenan a remanidas, pero es evidente que en sus conceptos marca una visión diferente. Es que para Amendolara las nuevas construcciones tienen que tener paneles solares, paneles para calentar el agua, biodigestores. Piensa que tampoco se puede seguir tirando todos los deshechos de las casas a un pozo ciego: “En una casa donde hay dos o tres personas, en verano se alquila y hay ocho, el pozo ciego se rebalsa y eso va todo a la napa y, si hay red cloacal, todo va a la laguna de derrame. O sea, no hay que gobernar con el piloto automático o el facilismo de la obra pública que viene de Nación, que también ha tenido sus problemas por desvío de fondos. Acá hay que activar sin recursos (el biodiesel no lleva recursos), el trabajo intelectual, etc.”.