Pudo haber sido un diferendo entre vecinos, pero no lo fue, lo que comenzó siendo un pedido terminó en una salvaje agresión. Todo ocurrió cuando Horacio Barrientos les solicito a unos jóvenes que bajaran el volumen de la música que estaban escuchando. El hombre había salido hasta la vereda con el fin de ingresar su auto a su casa y de paso formulo el pedido. Eran la 1:30 del sábado pasado.

La misma hija de Barrientos, presente en el lugar dio detalles de lo ocurrido.

“Entró el auto y le pidió a un vecino que se llama Braian, que así se llama porque no tenemos otros datos, que baje la música. En ese momento ingresa al lugar donde guardamos el auto, simula que lo va a abrazar pero lo que hace es golpearlo en pleno rostro con un elemento metálico, una manopla. Luego se suma otro chico que le empieza a dar patadas estando mi papá en el suelo. De ahí se levanta y entra a casa y me pide ayuda. Cuando yo lo veo noto que está todo cubierto de sangre con una hemorragia tremenda. Yo llamé al 911 que vino en seguida y a la ambulancia que tardó mucho en venir”, cuenta.

El suceso tuvo lugar en Montevideo entre Loria y Arcachón de Pinamar.

El agredido tuvo que ser hospitalizado, se le realizó una tomografía y se pudo determinar que presentaba fracturas en las órbitas oculares, tabique nasal, entre otros, a resultas del brutal golpe y de las patadas que recibió en el suelo.

Según la hija de Barrientos en relación al agresor, el tal Braian, se trataría de un ex convicto que fuera liberado por el tema del COVID 19 en un acto más de la humanitaria justicia.

La doctora Zamboni ordenó la captura para los dos jóvenes quienes están imputados por lesiones graves.

Lo cierto es que hoy la denunciante está amenazada y al igual que el vecindario vive con temor, en un espacio donde cambió en los últimos años de manera sustancial, en relación a la seguridad obviamente.