Puedo entender que el miedo nos retrotraiga a conductas endogámicas, insolidarias y tribales, este sino nos acompaña desde tiempos remotos, ante calamidades imprevistas y catastróficas.

La gente se aísla, se excluye, cuando no agrede al extraño, al ajeno, al eventual culpable de traerle un daño que, podría evitar si lo aleja.

Esa percepción emocional esta en la matriz de nuestra naturaleza.

Las autoridades, aquellas destinadas por nuestro voto a regular los desbordes del conjunto, administrar de modo prudente y racional el comportamiento del grupo, evitando la turba, el linchamiento y otras conductas de regulación por mano propia que, evoquen la ley del talión u otras semejantes, deberían en primer término evaluar los contenidos de modo confiable y fehaciente y no superficial e inexacto.

Sobre información adecuada, se adoptan comportamientos oportunos.

Lo mínimo que podemos exigirles a nuestros representantes, es niveles de lecto escritura y comprensión de textos adecuada.

Si no podemos entender la letra escrita, nuestra suerte está sellada.

Se está difundiendo por las redes, información difamatoria, alentada por los amigos del desorden y la xenofobia, que habitualmente germina en las pequeñas comunidades, donde el boca a boca, editado por la posverdad, se retroalimenta con vocación conspirativa, sobre el eventual regreso, insensato, irracional y peligroso, de un cardiólogo de Carilo con su hijo repatriado de USA sin cumplir la cuarentena, poniendo irremediablemente en riesgo a toda la comunidad.

Es desde siempre conocido que la estupidez, la necedad y el uso oportunista y conveniente de información dudosa, acompañan a nuestros políticos y a muchos de extramuros.

Pero en este caso, como me siento damnificado por estos infundios, le solicito al Municipio de Pinamar que haga pública mi solicitud #120451 del 17/3/2020, con las disculpas pertinentes por los exabruptos que mi enojo agregó, sin que eso cambie el contenido substancial de mi pedido y que además exponga a la comunidad la totalidad de los audios intercambiados por whatsApp, desde mi celular con Lucas Ventoso.

Que sea la verdad nuestro único objetivo.

Reiterando mi voluntad de contacto con el Sr intendente, cuando su ajetreada agenda lo permita.