Comercios cierran por la explosión Covid

Los casos se multiplicaron por veinte en los primeros 15 días del año y alcanzó al personal de trabajo. Empresarios y trabajadores esperan nuevas medidas.

A las sombras de una temporada histórica marcada por la presencia de una gran cantidad de turistas, el Covid recupera el protagonismo y amenaza con convertirse en una de las principales preocupaciones del verano. El avance del virus alcanzó al personal de trabajo y obligó a muchos comerciantes a cerrar parcialmente sus puertas.

Es que los casos de coronavirus en Pinamar se multiplicaron por veinte en los primeros 15 días del año. El 2022 inició con 170 casos activos, hoy ya superan los 2000 y las postas de testeos no dan abasto por la cantidad de demanda.

Los contagios repercuten en todas las actividades locales, como las abocadas al comercio, al alojamiento y a la gastronomía, y los empresarios se vieron obligados a adoptar medidas ante la falta de personal. Unos optaron por disminuir los servicios y otros, a bajar las persianas.

El pasado fin de semana, con la ciudad explotada de turistas, cinco balnearios céntricos no pudieron abrir por tener a su personal contagiado.

“Entre que aparece el primer caso y que volvemos a abrir perdemos cinco o seis días de trabajo, en plena temporada, lo que es mucho, porque los sueldos y los costos los pagas igual”, explicó Julián, el dueño del parador “El Dorado”, a un medio nacional.

El mismo patrón se repitió en dos restaurants –uno en Pinamar y otro en Cariló- y en el local de medialunas más célebre de esta ciudad “La Jirafa”.

El presidente de la Asociación Empresarial, Hotelera y Gastronómica de Pinamar (AEHG), Pedro Marinovic, señaló que el sector está “en serios problemas, no tenemos personal para suplantar al que tenemos que aislar, y hay puestos que son imposibles de reemplazar, es muy difícil, por ejemplo, conseguir a un cocinero de suplencia en plena temporada”.

El empresario afirmó que se evalúa implementar una política de aforo que permita el funcionamiento controlado en los espacios cerrados, y así evitar la propagación del virus. A la vez, comentó que es una posibilidad que se trabaja en conjunto con la municipalidad, pero al momento no hay novedades.

El intendente Martín Yeza entiende que “es un problema pero debería aflojar en los próximos días con el cambio sobre el aislamiento de los contactos estrechos vacunados”. Mientras tanto, algunos servicios siguen funcionando -con los recursos que le quedan- a la espera de nuevas medidas que mitiguen el impacto de la tercera ola.

Foto ilustrativa de uno de los comercios afectados, La Jirafa