No es novedad que en estos últimos años la tecnología en general comenzó a invadir cada vez más aspectos de nuestras vidas, y de formas que quizás no esperábamos. Hoy en día mucha gente posee un celular en su bolsillo casi todo el día, y cada vez más, tiene acceso a computadoras e internet. Esto fue clave para el éxito de aplicaciones que hoy en día consideramos básicas, como Whats App, Facebook, Instagram, o hasta el correo electrónico portátil. A su vez esto provocó que la demanda de profesionales especializados en tecnología crezca día a día de forma acelerada, llegando a un punto donde la mayoría de las veces las empresas no terminan de cubrir sus puestos por falta de oferta.

Esta realidad, si bien en menor medida, también aplica a los campos del desarrollo de videojuegos. Por ejemplo, el auge de los celulares se vio acompañado por el crecimiento del mercado de jugadores “Casual”, el cual se dedica a crear juegos para jugadores que no suelen estar más de 10 ó 20 minutos jugando un juego mientras viajan a su trabajo en el colectivo o subte, lo cual afecta dramáticamente el tipo de juego que podemos esperar de este mercado, y los costos de desarrollo, y tendiendo a ser más baratos de crear. Este nuevo mercado hoy en día genera 70 billones de dólares, llevándose la mitad de las ganancias generadas por toda el área de videojuegos.

Pero las tecnologías móviles no son las únicas que revolucionaron el mercado de videojuegos; hoy en día el (lento, pero estable) avance de las tecnologías de realidad virtual y aumentada está abriendo nuevas propuestas de juegos nunca antes vistos, aprovechando el poder de inmersión que estos dispositivos ofrecen. Actualmente este mercado genera 9 billones de dólares, y se proyecta un crecimiento de más del doble para 2020. Hoy en día unas de las razones del lento avance de este mercado podría asociarse al costo de los dispositivos, pero cada día salen opciones más económicas que las anteriores, haciendo que el futuro de este nuevo paradigma sea más y más prometedor, siendo una buena oportunidad de poder crear algo nuevo en un área de videojuegos cada vez más saturada.

También hay otros factores no relacionados con tecnología que hicieron que el mundo vea a los videojuegos de otra manera, aceptándolos en otros ambientes en los que normalmente ni se consideraban. Un ejemplo de ello es el caso de los Serious Games o Juegos Serios, los cuales en principio pueden parecer juegos regulares pero están diseñados con un propósito completamente distinto. Dentro de esta categoría podemos encontrar los simuladores, los cuales están siendo utilizados para el entrenamiento de pilotos, soldados, operarios, y hasta en cargos administrativos, donde se pueden ver juegos de manejo de Recursos Humanos o de Finanzas.

Dentro de esta categoría de juegos podemos encontrar varias subdivisiones o ramas de especialización, como la del “Edutainment”, o sea, entretenimiento aplicado a la educación, un área donde podemos encontrar todo tipo de juegos dedicados a reforzar el aprendizaje de conceptos que una materia debe enseñar, temas tanto de matemática, física, como de economía y planificación urbana. Por último, también podemos destacar la rama de la “Gamificación”, la cual consta de aplicar técnicas y conceptos del juego en áreas no relacionadas con ello, como en el aula, donde podemos dar puntaje a alumnos por buen comportamiento y a cambio dar ciertos beneficios (ver el sitio Classcraft para más información), o también en los famosos programas de puntos de los bancos, donde a cambio del uso de los productos del mismo el usuario gana puntaje, el cual puede cambiar por otros beneficios.

A su vez, gracias al aumento en la cantidad de demanda de profesionales capacitados en estas tecnologías, las universidades vieron la necesidad de crear carreras especializadas en estas áreas, para poder tener una rápida salida laboral en este campo específico de la informática, y cada día se ven más y más en todo el país. Un ejemplo de ello es UADE, que cuenta con la Tecnicatura Universitaria en Desarrollo de Videojuegos en el campus Montserrat, y el Plan Conjunto de Desarrollo de Software y Videojuegos en el campus Costa Argentina, ofreciendo una formación específica para dominar lo antes posibles las tecnologías que permiten a los videojuegos cobrar vida.

Todo esto nos indica que hoy en día se puede vivir creando videojuegos.