Cuando el Covid-19 vuelve a la carga, cunden los buenos ejemplos

Enviado por el equipo de comunicación de la parroquia Ntra. Sra. de la Paz

El papa Francisco agradeció especialmente, mediante un emotivo vídeo difundido la semana pasada, la atención que los servidores de la Noche de la Caridad y del Hogar de Nazaret prestan a las personas en situación de calle de nuestra diócesis.

“Gracias a todos, laicos, laicas, pastores, benefactores de la Iglesia y todos los sectores para atender a Cristo en el rostro de los hermanos más pobres y marginados”, dijo el Pontífice en el mensaje.

Añadió: “¡Muchas gracias por lo que hacen! Especialmente, lo que me cuenta el obispo Gabriel, que han alquilado dos hoteles para tener más lugar para todos en el crudo y húmedo invierno de la costa marplatense”.

Y enfatizó: “Ahí está Cristo. El centro del Evangelio son los pobres”.

Las acciones que venimos desarrollando desde las misiones parroquiales intentan paliar las falencias sociales y humanitarias que las restricciones pandémicas agravaron.

No sólo aprovechamos el poder de convocatoria de la Iglesia para reunir las contribuciones solidarias de los que están en condiciones económicas de hacerlo, sino también tejemos una red de contención y acompañamiento donde las burocracias estatales no llegan: al espíritu.

La situación de pobreza dejó, asimismo, indefensas a las comunidades que más la padecen ante otros flagelos, como la insuficiencia alimentaria, la falta de trabajo y hasta a adicciones como el alcohol y las drogas, que penetraron aún más en las cuarentenas ante la imposibilidad de acercarse a “referentes positivos” que las alejen de tales dependencias.

Fue “la otra pandemia” que pusieron de manifiesto, a través de una conferencia vía Zoom, la Familia Grande Hogar de Cristo, Cáritas Argentina y Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia (Argentina), en oportunidad de conmemorarse el Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas.

Luego de la lectura del documento, el sacerdote José María Di Paola –más conocido como el Padre Pepe– dio a conocer un estudio entre más de 300 personas en 21 de sus centros barriales tomando de base tres claves: los lugares de residencia, la relación con la justicia y la salud, según el cual el consumo de drogas duplica y hasta triplica la presencia de enfermedades como el HIV y la tuberculosis; además, las lesiones crecen un 140% y los traumatismos o amputaciones, un 160%.

Sin embargo, más allá de los distanciamientos y los protocolos de cuidado, la Iglesia aporta también haces de luz que iluminan el oscuro tránsito de la pandemia, como la llegada este viernes a nuestra parroquia de la vista de la reliquia y la Exposición de Milagros Eucarísticos del beato Carlo Acutis, quien murió a los quince años pero consagró su corta vida a armar una página de internet para volcar ahí una amplia variedad de fotografías y descripciones históricas donde se exhibe parte de los principales milagros que ocurrieron a lo largo de los siglos en varios países del mundo y que fueron reconocidos por la Iglesia.

La muestra itinerante, que estará en nuestra parroquia de Pinamar desde la tarde de este viernes hasta el sábado a mediodía, se despliega en cerca de 163 paneles que permiten visitar virtualmente los escenarios de tales milagros.