Debates y forcejeos en la primera sesión de mayo

Quizás el punto más saliente de la jornada deliberativa es el de la publicación de los sueldos de los municipales, un refrito de una iniciativa ya presentada sin éxito. Transparencia vs. privacidad.

El Honorable Concejo Deliberante de Pinamar comenzó su segundo mes del período ordinario con una sesión que tuvo varias particularidades, en la que no faltaron debates, ni cuartos intermedios, ni siquiera la participación ciudadana.

En la primera sesión ordinaria del mes de mayo, el comienzo fue con show. El ingeniero Gunther Schittko, quien había pedido hacer uso de la Banca del Vecino, solicitó antes hacer una demostración del funcionamiento de los drenes que suelen utilizarse en Pinamar, por lo que en un cuarto intermedio, con una olla, piedras y arena, el vecino hizo la explicación del mecanismo del dren, y después hizo uso de la palabra, momento en el que se explayó en anécdotas sin ahondar demasiado en el tema, por lo que tras la extensa exposición se decidió convocarlo a una reunión de la Comisión de Presupuesto.

La presencia de interesados impulsó el adelantamiento de varios puntos. El primero, uno de los más ríspidos, se trataba de un proyecto de ordenanza para volver a publicar en el sitio web de la Municipalidad los sueldos de los empleados municipales. Con varios integrantes del Sindicato de Empleados Municipales de Pinamar (STMP) presentes en el recinto, un cuarto intermedio dio la oportunidad de escucharlos. Los impulsores del proyecto aclararon que la intención era la tan mentada “transparencia”, ya que la publicación de los sueldos, pero sobre todo de las horas extras y bonificaciones, permitiría a la comunidad observar de manera directa cómo se utilizan los recursos del Estado. Los empleados municipales, por su lado, argumentaron que se estaría invadiendo su derecho a la privacidad, y que una norma de iguales características fue modificada en su momento, debido a varios hechos de inseguridad sufridos por empleados municipales en día de pago. Además, aclararon que, de continuar con esta intención, el sindicato avanzaría con una medida judicial, puesto que se estarían vulnerando sus derechos. Sin acuerdos, pero con la intención de llegar a un consenso, se logró un pase a comisión, para analizar el proyecto junto al STMP y evaluar posibles alternativas, a fin de conseguir transparencia sin que, por otro lado, se vulnere el derecho de privacidad de los empleados municipales.

Después, se trataron dos temas de índole ambiental. En primer término, un proyecto de ordenanza que apunta a minimizar la contaminación sonora producida por los caños de escape libre, regulando este tipo de elementos, aplicando multas y permitiendo incluso la incautación de los vehículos. Por otro lado, otro proyecto de ordenanza impulsó la prohibición de sorbetes y de los vasos plásticos de un solo uso en el Partido de Pinamar, a partir del comienzo de la siguiente temporada (ver nota "Una norma apunta a preservarnos de la contaminación sonora").

Finalmente, otro punto de interés fue la propuesta de Propin de una ordenanza que pretende que los fondos por multas de tránsito puedan destinarse a entidades de bien público. Si bien durante un par de comisiones de presupuesto, el proyecto fue bien visto, los concejales del oficialismo, como era de esperarse luego de las declaraciones del secretario de Gabinete, mostraron su desacuerdo con el proyecto. Tras la lectura del punto en cuestión, el concejal Javier Pizzolito pidió un cuarto intermedio para comentar que el bloque oficialista se encontraba a la la espera de un informe del área de Tránsito para conocer la relación entre el fondo proveniente de las multas de tránsito y los costos de los operativos. Sin embargo, ante esta excusa, los concejales de la oposición aclararon que las multas de tránsito hoy van a Rentas Generales; es decir que hoy no tienen afectación ni al área ni a los operativos, por lo que ese informe no tendría relevancia a la hora de votar este proyecto. Con ambas posturas claras pero sin acercamiento alguno entre ellas, tras el debate, desde el oficialismo se mocionó un pase a comisión, con la intención de demorar lo inevitable, puesto que por número de votos (la concejal Camila Merlo se había retirado apenas comenzaba la sesión, y Nora Ponce votaba con el oficialismo) el proyecto sería aprobado, pero la moción no pasó y se avanzó. Se reiteraron los argumentos, e incluso se advirtió que posiblemente la norma propuesta fuera vetada, pero la oposición decidió continuar, por lo que el proyecto de ordenanza se sometió a votación para resultar aprobado por siete votos positivos, la negativa de Ponce y las abstenciones de Apolonio, De Vito, Pizzolito, Urrizola y Ventoso.

De esta manera, a las 12.42 se dio por finalizada la primera sesión de mayo en el HCD de Pinamar.