Jorge Damato eligió la tranquilidad de Pinamar, cansado de la inseguridad de Buenos Aires y de los constantes recaudos que debía tomar cada vez que accedía a su casa. Fue así como tomó la decisión y se vino con su esposa a vivir. Su experiencia en el Cuerpo de Bomberos de la Policía Federal ayudó para poder darle forma a un estamento que sólo existía en los papeles, ya que Pinamar nunca llegó a contar con una presencia manifiesta de Defensa Civil.

Por estos días, Damato y su equipo están abocados a determinar las falencias de los grandes edificios que se hicieron entre los años 70 y 90, pero sobre todo en la década del 70, “donde en Sudamérica hubo incendios terribles”.

Si bien los grandes bloques de cemento no se van a demoler, luego de un análisis de la situación, la Municipalidad verá la forma de lograr la implementación de más dispositivos de seguridad.

“Se hacían edificios y no se contemplaban normas de seguridad, como puede ser una caja de escalera o un vestíbulo en una caja de escalera, que es una antecámara, o una caja de escalera presurizada para edificios de equis metros de altura. Cuando pasamos los 50 de alto vemos que no tenemos medios y estamos hablando de escaleras que en la Argentina hay sólo algunas que pueden llegar a esa elevación. Porque las escaleras necesitan una portada para deslizamiento, no es que tenemos 50 metros en línea recta y cuando la bajamos estamos trabajando con 30, y lo mismo ocurre con medidas menores. Por eso los retiros que deben tener los edificios en torre deberían contar con una entrada vehicular para bomberos. Tienen que tener agua, que no todos la tienen. Vemos que hay códigos madre que no se han aplicado en muchas ciudades como Pinamar, se han hecho los edificios pero no se han respetado las normas. ¿Lo vamos a cambiar? Sí. Por un lado hay que ordenar (el Concejo está también trabajando en la seguridad de los edificios), por eso estamos haciendo informes desde Defensa Civil, que luego van a Obras Particulares. El área ya ha citado a algunas administraciones de los edificios en cuestión para ver qué es lo que podemos hacer, ya construido el edificio”, describe.

La idea es poner en marcha un plan de reestructuración de toda la seguridad, dentro del edifico y donde se pueda. Se analiza la posibilidad de dar un plazo, que podría ser de seis meses, para que las administraciones presenten sus proyectos en sintonía con la filosofía que guía la ejecución de este proyecto. Damato entiende que no sólo será tenida en cuenta la opinión de las áreas municipales, sino que las modificaciones serán producto del consenso.

“En su momento, el ex intendente Blas Altieri dispuso que Bomberos de la Costa sea la autoridad para todo lo que es antisiniestral. Eso descongestionó y activó un poco el sistema de prevención. Hoy hay elementos con los que antes no se contaba. Antes para determinadas medidas de superficies no había dispositivos tan modernos. El Teatro de la Torre no lo tenía pero se suplió con una buena cisterna de diez mil litros con un sistema que en este momento está alimentando a dos bocas a más de cuatro kilogramos de presión, o sea que llega al techo del teatro. A ello le debemos agregar todo el ignifugado de todas las butacas y los telones, porque yo creo que la seguridad en todos lados se deber hacer como corresponde”, amplía.

Damato está convencido de que, en un futuro no lejano, el área de Habilitaciones tendrá en cuenta estos recaudos, como para ir generando un cambio dentro de la estructura preventiva.

“Yo soy coordinador de Defensa Civil y, en este caso, está muy bien utilizado el término porque desde nuestro espacio coordinamos los esfuerzos de las distintas áreas sin hacernos cargo de una respuesta directa en el momento en que suceden las cosas, en donde están los bomberos voluntarios, pero que a la vez formamos parte de una junta municipal de Defensa Civil, donde el intendente es la cabeza, el presidente, donde me nombra a mí para que me haga cargo del desarrollo del trabajo y donde los distintos sectores municipales, sumados a la Policía, a Prefectura, a Bomberos, a la parte de emergentología y al voluntariado, formemos esa junta que es aquella que va a manejar cualquier sistema de incidencia o lo que se llama Centro de Operaciones en Emergencias. O sea que no necesitamos tener a todas las reparticiones dentro de la Municipalidad. Tenemos a Servicios Urbanos, que sale ante las inundaciones y los charqueos; al OVA [Observatorio de Violencia y Adicciones], con sus profesionales; toda la parte de Desarrollo Social; todo lo que es sanidad, con su hospital y sus ambulancias; todos con protocolos hechos y formando el Plan Estratégico Municipal ante eventos de magnitud”, aclara el funcionario.