Durante tres días la Pachamama será honrada

La festividad tendrá su máximo punto de ritualidad durante la jornada del viernes 30. Se trata de una ceremonia organizada por los residentes bolivianos en Pinamar, a la que se suma, cada año, una mayor cantidad de público.

La colonia boliviana se prepara para conmemorar y honrar a la Pachamama, los días 30 y 31 de agosto y 1 de septiembre en la plaza Bolivia, en Ostende. En un momento muy particular de su historia, la Madre Tierra volverá a erigirse en el eje del tradicional ritual que tiene su correlato en otros países de la América indígena.

José Luis Becerra, presidente de la colectividad, dio precisiones acerca de las características de la fiesta: “Tenemos que cuidar el planeta, ya que es el único que tenemos, evitar la contaminación de nuestros mares, y todo eso trasmitirles a las futuras generaciones. Por eso honramos a la Madre Tierra que nos da todo: el sustento, todo lo que tenemos en lo material y, en un último momento, hasta nos acoge en nuestra última morada”.

Para Becerra la Pachamama nos une a todos en un manto de hermandad; no hay divisiones de países, ya que considera que es todo el planeta, que lamentablemente está castigado en estos últimos días.

“Se va a dar inicio en la tarde del viernes, a partir de las 16, con la ceremonia que consiste en abrir la boca de la Pachamama y darle el homenaje que tengamos que entregarle e invitar a toda la gente que se haga partícipe, ya que todos pueden ofrendar a la Madre Tierra. Para el sábado, a partir de las 14, tendremos grupos de rock y de cumbia que se están sumando para de alguna manera acrecentar el interés del público y difundir el arte de estos conjuntos. El domingo es el plato fuerte, también a partir de las 14, momento en que se va a realizar una recorrida por la localidad, con inicio en España, por Víctor Hugo, Central, Avenida La Plata, Central, para llegar hasta la plaza Bolivia”, detalla.

La fiesta contará con el concurso de distintas agrupaciones provenientes de Buenos Aires y jinetes. La idea es que se sigan sumando más personas interesadas en la ceremonia.

A medida que la charla se hace más distendida, y tras nuestra avidez de conocer más detalles de la comunidad, Becerra nos cuenta que los bolivianos que residen en Pinamar en su mayoría son potosinos con una característica muy particular, la de especializarse en la construcción.

En el caso de José Luis, constructor, ha recibido el conocimiento de un italiano, lo que le permitió desarrollarse. De lo cual podemos inferir que hay una primera corriente de europeos italianos y españoles, a los que luego les sucedieron los bolivianos que participaron de la construcción de todo lo que observa edificado en el distrito.

“En base a recomendaciones con relación al lugar y la posibilidad de trabajar, junto a que nuestro país no atravesaba un buen momento, se fue poblando de compatriotas”, recuerda.

José Luis Becerra reitera la invitación a la fiesta y, ante nuestra requisitoria, asegura que no está permitido el expendio de bebidas alcohólicas y que, por ser una festividad familiar e institucional, se trata por todos los medios de prevenir los excesos.