Me sorprendiste. Fue 5 años atrás. No sabía con que me encontraría. No te extrañaba, no te añoraba ni tampoco te idealizaba porque no te conocía ni te imaginaba.

Sin proponérmelo ni buscarlo me trajo hasta acá una oferta laboral que me motivaba. Era uno de esos desafíos que sonaba bien interesante. El entusiasmo me llevó por delante y me arrasó. Y aunque me encontraba en una situación en la cual la mayoría se hubiera quedado, rodeada de comodidad, en un ambiente conocido, me zambullí en el proyecto. Empezar una etapa nueva, implicaba moverme de mi estado de comodidad, de esa modorra que muchas veces nos invade cuando estamos relajados y cómodos, mucho mejor.

Me dejé sorprender por lo que se me presentaba con un poco de osadía, valentía y ganas de recorrer nuevos caminos.

Dicen que hay oportunidades que pueden cambiar tu vida. Y es así.

Empezar casi de cero en un lugar desconocido, armarme de un nuevo hogar y desprenderme del anterior no fue simplemente mudarse.Fue habitar un camino diferente al que venía transitando y que me llevó a un lugar que sin saberlo había estado buscando desde siempre.

Pasaron cosas. Muchas. Cambio de planes. El motivo que me había traído no resultó como lo había pensado. Decepciones varias, personas, situaciones y momentos de esos que nadie quiere ni elige vivir. Faltó algo. Hice algunas cosas bien y otras no fueron suficientes ( para otros…) Di todo lo que pude. Viví y pasé momentos superlativos y de los otros.

Y todo lo que vino fue muy lindo, increíblemente mágico, desconocido para mí. Me cambió para siempre. La pandemia, la distancia, la soledad, me conectaron con vos casi de lleno. El bosque, la playa y la noche estrellada, con la luna reventando de belleza. Y me quedé con eso, esa energía que me invadió, me impuso un ritmo que nunca había bailado y me permitió descubrir tesoros ocultos en mí y en los demás. Esa cadencia me conectó como nunca conmigo y con vos 🤩

Y por eso cuando todo decantó, cuando pude elegir, elegí quedarme. Así me encuentra 2023, yendo pero también viniendo y sobre todo agradecida porque son justamente esos caminos, esas situaciones las que te llevan al límite de todo, las que te dan la posibilidad de aprender y evolucionar. Golpearse, rasparse es curtirse. Y cuando eso pasa todo se afloja.

Gracias Pinamar porque sos el nido en el que nací de nuevo. Sos como un lago en el cielo. Inesperada, calma, profunda y llena de vitalidad. Brillante y frondosa, con aroma a sal y gusto a vainilla. Pequeña y enorme, con un presente increíble y un futuro inimaginable. Sos expansiva y das abrigo a quienes buscan serenidad, paz. Sos el lugar en el que nacen muchos sueños. No es casual que algunas almas y lugares se encuentren. Gracias por tanto y feliz aniversario