En diciembre se cumplirán tres años de que abrió sus puertas, primero con una propuesta de cafetería y panificados y luego, a requerimiento de una clientela creciente, con la incorporación de una carta equilibrada, pensada desde la salud de sus habitués y siempre procurando mantener esa relación precio-calidad que distingue cada una de sus productos.

A pedido de su público se creó el menú del día, pensado para el break del mediodía, para el grupo de compañeros de trabajo o para la familia. Mientras, paralelamente surgía un nuevo hábito, poco frecuente: el hecho de llamar todos los días para preguntar sobre el plato del día. Una costumbre que seguramente precipitaría la decisión de volver a elegir el mismo lugar, el de la iluminación justa, el del ambiente selecto sin ser caro ni exclusivo, pero selecto en su atención y en el clima que generan quienes lo han hecho suyo. Con jóvenes y gente mayor, con un sentido de la inclusión poco común.

Así como están quienes toman su café diario mientras repasan los periódicos o alguna revista, están quienes se llegan de Ostende o Valeria y hasta Costa Esmeralda en busca del pan del día. Un segmento que ha descubierto la línea de Pan Integral, el que contiene semillas, los apetitosos grisines, alpargatas, bizcochos hojaldrados y prepizzas.

Como dato ilustrativo, uno de los mejores comercios, especializado en productos saludables, se provee de su pan de semillas para complementar su variedad de comidas, lo que no es poca cosa.

La carta tiene la variedad de platos suficiente para satisfacer los paladares exigentes y asegura calidad y frescura, ya que la elaboración es diaria; ello no es obstáculo para que haya opciones vegas y vegetarianas. Allí podemos encontrar tartas, sándwiches, ensaladas y pastas, entre otras opciones, donde caben las posibilidades dulces de una infinidad de postres.

Actualmente la atención es diaria y va de 7.30 a 23, en horario corrido, de lunes a viernes; y los fines de semana, de 8.30 a 23. Hasta dentro de unos días, cuando se imponga el horario de verano y la presencia se incremente con el desembarco en Cariló.

Santiago, Rolo, Pablo y Agustín son las caras visibles de Tata Bakers, el lugar pinamarense del café con amigos, el almuerzo con los compañeros de trabajo y la merienda de la familia, aunque hay múltiples opciones y eso lo saben los que hicieron suyo el local de Constitución 693, esquina Valle Fértil.