El municipio de Pinamar aplicó una suba del 1160% de impuestos que afectan a los hogares durante los años de gestión de Yeza y deja en evidencia que el grueso del financiamiento del Estado recae en el sector residencial, mientras el peso de la recaudación disminuye en tasas por la utilización del espacio público y cánones que afectan a sectores de alta rentabilidad.
La gestión del intendente Martín Yeza anunció que actualizará el presupuesto de este año con una suba de 15% en algunas tasas y que planifica aplicar otro aumento del 15% para enero y marzo de 2023. Las subas impactan en todos los sectores, pero recaen en los hogares con mayor dureza.
El intendente Martin Yeza, que se encuentra de licencia hasta el 11 de noviembre, envió desde el área económica al Concejo Deliberante un nuevo reajuste, aprobado por concejales oficialistas, que implica una suba de módulos de un 15% (de $43,00 a $49,50).
Además anticipó que la suba de impuestos prevista para el año que viene se aplicará de forma escalonada en enero y marzo. El aumento busca cubrir el déficit acumulado de este año y, con el primer aumento, estiman cerrar el 2021 con un rojo de entre el 7 y el 8% en las arcas municipales. El año pasado el déficit fue del 12%.
Sectores opositores reclaman que el financiamiento del municipio viene disminuyendo en sectores de alta rentabilidad, en el porcentaje de recaudación, como la utilización del espacio público, cánones por publicidad, multas, tasas comerciales y derechos de construcción. “Si el aumento hubiera sido parejo para todos no habría necesidad de realizar un nuevo aumento porque se hubieran recaudado 100 millones de pesos este años”, describen.
Como contra cara, el valor de la boleta residencial aumentó durante la gestión de Yeza un 1160%. “Los módulos fueron aumentando por debajo de la inflación, pero el municipio creó otras tasas que impactaban en las residencia. Vienen creando tasas al sector residencial y la financiación recae sobre los hogares mientras no se mueven los derechos de ocupación de espacio público”, detalla el concejal Pablo Perrone en dialogo con El Pionero.
Hasta 2015 la financiación del municipio que afecta al sector comercial representaba casi el 30% y hoy representa el 15. Por ejemplo, el municipio dejó de obtener una renta por la utilización del espacio público, de publicidad, en función del secretario de finanzas que no aplicó una actualización aprobada por el Concejo Deliberante, representando una perdida de 40 millones de pesos.
“Debe ser equitativa la recaudación y no recaer en los sectores que menos tienen”, remarcan dirigentes opositores que también reclaman aumentar las multas y los cánones que percibe el municipio. Y comparan las tasas de construcción, que históricamente fueron mayores que la vecina ciudad de Villa Gesell, y hoy se encuentran por debajo.
Mientras el aumento en residencias fue del 1160%, el valor del módulo que impactó en derechos, multas y tasa de seguridad e higiene fue del 760%.
¿Se viene una quita de impuestos?
El municipio comunicó que simplificará una serie de impuestos, pero todavía no llegó la propuesta definitiva al Consejo Deliberante. El secretario de finanzas anunció que en las próximas semanas enviará el proyecto.
Esa quita de impuestos significará una pérdida fiscal que, o se financia con menos gasto o con tasas más altas. “¿Van a aumentar más a los hogares que a los comercios otra vez?”, cuestionó un dirigente opositor.
“Es más marketing que algo concreto, si se estudia una simplificación tributaria, pero en función de cómo se financia es como se debería discutir”, apuntan.
Foto: Orbita7