El sabor, ante todo

En una reciente evaluación se pudo determinar que los argentinos privilegian el gusto cuando eligen algo para comer. Prima el concepto de que perjudica más el tipo de comida que se ingiere que la cantidad, entre otros.

Fundación UADE y la agencia Voices! realizaron un estudio de opinión pública a nivel nacional explorando las percepciones de la población en torno a los hábitos saludables relacionados particularmente con la alimentación.

El objetivo del estudio fue entender cómo los argentinos evalúan el propio estado de salud general, asociando seguidamente estas percepciones con una serie de hábitos relacionados con la ingesta alimentaria, indagando, además, opiniones vinculadas con la salubridad y aporte nutricional de distintos tipos de alimentos que forman parte de la dieta general de la población, y haciendo hincapié finalmente sobre las fuentes informativas mejor y peor consideradas en materia de alimentación, así como el impacto sobre los hábitos de alimentación sana que conlleva el abrumador caudal informativo que existe hoy en día acerca del tema.

1. La salud y los hábitos alimenticios
Casi ocho de cada diez argentinos consideran que tienen muy o bastante buen estado de salud (76%). Otros dos de cada diez manifiestan un “regular” estado de salud (19%), mientras que un 5% declara tener “mala o muy mala salud”.

En lo que refiere a los hábitos vinculados a qué ingerir, existe notable consenso, pues los argentinos privilegian ante todo las sensaciones de goce y/o disfrute, asignando mayor importancia al “sabor” cuando eligen algo para comer (87% coincidió en que es esto lo que más importa).

En segundo orden se alude a que es importante “comer sano y nutritivo” (75% lo destaca).

Pero las opiniones se dividen en lo que respecta a los tiempos o momentos de la ingesta: casi la mitad admite comer lo que “sea más rápido, fácil y conveniente” (47%), contra una proporción similar (53%) que señala lo contrario. También un 40% señala que come “cuando es necesario, pero sin importar demasiado lo que consume”.

“Calidad” versus “cantidad” de comida: aunque el panorama está dividido, prima la opinión de que el tipo de comida (38%) resulta más nocivo que la cantidad en sí misma (27%), y un 31% piensa que ambas variables pueden resultar perjudiciales.

2. Valoraciones sobre la “comida sana” y los alimentos
Para los argentinos, comer sano se asocia fundamentalmente con “ingerir más frutas y verduras”, y consumir “alimentos bajos en grasas” (43% en ambos casos). Las mujeres se inclinan en mayor medida que los hombres a pensar que comer sano implica “ingerir más frutas y verduras” (48% versus 36%) y a “comer balanceado” (23% contra 18%). Entre los hombres, por su parte, tiende a prevalecer la idea de que comer sano implica consumir “alimentos naturales” (31%) y “frescos” (26%).

Más atrás aparecen menciones relativas a comer “alimentos naturales” (28%), “comida fresca” (mencionado por uno de cada cuatro encuestados), “comer balanceado”, “ingerir alimentos bajos en azúcar y en calorías”, y “sin conservantes” (todos estos aspectos fueron mencionados por alrededor de dos de cada diez entrevistados). En menor medida, se alude a ingerir “alimentos bajos en sodio” (15%) y en “carbohidratos” (8%).

En lo que respecta al lugar central que las “frutas y verduras” adquieren en su asociación con la salubridad alimenticia, el estudio también consultó a los argentinos en qué medida les resultaba fácil incorporarlas a su dieta regular. Siete de cada diez personas encuestadas contestaron que se trata de algo “muy o bastante fácil” (69%), un 17% respondió no que no le resulta “ni fácil ni difícil”, mientras que un 15% considera que se trata de un hábito muy o bastante difícil de incorporar.

Al momento de consultar acerca de la opinión sobre algunos tipos de alimentos, los “lácteos” fueron los que mayor valoración positiva obtuvieron (93%). La “comida vegetariana” ocupó el segundo lugar, con un nivel de aceptación del 75%. Muy cerca (aunque con un nivel de desconocimiento de 22%) aparecen los “alimentos libres de gluten”, evaluados positivamente por el 71% de los encuestados.

3. Fuentes de información sobre alimentación sana
El “médico o personal de salud” goza del mayor nivel de confianza como fuente informativa en materia de alimentación sana: un 84% confiaría mucho o bastante en su recomendación, contra un 15% que no lo haría.

En segundo lugar se ubican “nutricionistas o dietistas” a los que habitualmente se consulta (70% de propensión a confiar en sus recomendaciones), seguidos por los “profesores de fitness o educación física”, que aparecen en tercer lugar con niveles de confianza muy similares a los que obtiene la “lectura de estudios científicos en la materia” (cerca de la mitad confiaría en ambas fuentes).

La mayoría de los argentinos (65%) considera que es posible saber comer sano a pesar del gran volumen informativo contradictorio.