El sentido de la vida

Por Teresa Geerken
Licenciada en psicología

¿Cuál es el sentido la vida?

“Qué pregunta”, dirán algunos… “Por qué se cuestiona esto…”.

Es una pregunta que en algún momento considero que todos nos hacemos; algunos, más en la adolescencia, cuando nos empezamos a plantear circunstancias cotidianas; otros, quizás en la adultez. Y tal vez haya quienes nunca se lo preguntaron porque tienen una respuesta, dada de antemano.

Pero, sea como fuese, éste es el tema de la nota de hoy. Elegido arbitrariamente quizás, pero me pareció interesante plantearlo.

Me gustaría primero dar el significado de la palabra sentido. Tiene muchas acepciones. Están los sentidos relacionados a lo fisiológico, como el gusto, el olfato y demás. También, el peyorativo, el sentido directo relacionado a la astronomía… hay varios. Pero, en este caso, creo que la pregunta está relacionada por un lado con el sentido lingüístico que corresponde con lo que se quiere decir con una expresión; sería el más acorde con esta pregunta. Pero, también, podemos relacionarlo con el sentido de circulación, lenguaje propio del tránsito: si consideramos que la vida es un camino que hay que transitar, debe tener un sentido, como todo camino… ¿Quizás eso sea lo que genera la búsqueda del sentido?

O será lo inquieto y pensante del ser humano, que busca explicarse lo que le sucede…

Se lo pregunté a varios amigos y familiares, y en principio para todos era algo complejo de contestar. Pero fueron dando distintas respuestas. Pude ver que cada uno, con su historia personal, me daba una respuesta diferente.

Fueron de lo más variadas:
–La familia.
–Los deseos, como motor de la vida.
–Las personas que nos rodean. Compartir le da sentido.
–La vida como un regalo, que hay que aprovechar y disfrutar. Con experiencias que no son fáciles, pero por las cuales aprendemos y crecemos.
–La vida como aprendizaje, donde hay que modificar estructuras de personalidad, a partir de las cosas que nos suceden.
–Hay quienes, en momentos límite, entendieron qué significaba la vida, o qué sentido tenía. Me hablaron de estar con un hijo, con riesgo de muerte, internado, y que en ese momento entendieron todo. Viendo la lucha de un recién nacido por sobrevivir, acompañarlo en ese proceso, siendo mamá canguro. Haber superado ese momento le dio sentido a todo lo que después vino.
–El amor, en cualquiera de sus formas, a un novio, un hijo, un marido, un padre, un abuelo, como un momento de entender que tenía un sentido vivir, para transitar esto.

Por lo que exploré, cada uno le da un sentido distinto, relacionado con la historia personal, con los pensamientos, y lo transitado.

Pero, también, me sigue despertando preguntas. ¿Por qué buscarle un sentido? ¿Debería tenerlo?

Tendrá que ver, la pregunta, con saber para qué estamos acá. ¿Por qué estamos vivos? ¿Si hay alguna finalidad con vivir?

Podemos verlo de muchas maneras, seguramente. Hay quienes dirán, quizás, en un momento, el final es el mismo, nos vamos a morir, y si es verdad… Pero, también, y como decía una canción de La Renga (y me disculpo si no es académico citar a una banda de rock, pero es poesía esta frase): “La muerte está tan segura de vencer, que nos da toda una vida de ventaja”.

Y quizás éste sea el sentido, buscarle un sentido, si es que aún no lo encontraste, buscar algo que te haga sentir vivo, algo que puedas hacer y sentirte orgulloso. Ojo, no hace falta que seas físico nuclear (si lo sos, genial), creo que basta con que eso que hacés te haga feliz, el momento en que lo hacés, o ves los resultados.

Ser madre, padre, tener un jardín hermoso de flores, hacer las tortas más ricas, ser un profesional que ayude a otros en su vida. Ser constructor, albañil, ayudando a cumplir a otros el sueño de su casa.

Cada cosa que hacemos, donde está nuestro deseo (dirían los psicólogos, o donde creemos que está). O con el corazón (como diría mi mamá): “Si lo hacés con amor”. Le puede dar sentido a la vida. A tu vida.

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