En diálogo con el papá de Izan

Hablar con Sergio Gruber es ahondar en el fenómeno sin vencimiento de The Beatles, su banda Superamy y, por sobre todo, en la experiencia transformadora que significa ser padre.

Hace unos años, el CV de Sergio Gruber especificaba su condición de músico, al mencionar sus dotes de guitarrista, cantante y compositor. Hoy su presente incluye una reciente paternidad que no sólo significa un cambio profundo en su vida particular sino una clara influencia en su obra.

“Justamente mi historia tiene que ver con que hago terapia por temor a que a mi hijo le ocurra algo. A raíz de eso hice mi primera canción dedicada a él, donde el primer término que uso es vulnerable, porque creo que pasamos a ser totalmente vulnerables. […] Si le pasa algo a tu hijo, directamente te morís…”, afirma, para dejar en claro que la llegada de su hijo Izan lo ha hecho muy feliz.

“Recuerdo que estaba grabando el quinto disco de Superamy y de repente me encuentro con que había cuatro temas que hablaban de él. Entonces, puse ese disco en pausa y seguí escribiendo hasta completar un nuevo disco dedicado totalmente a él, que concluí el 11 de abril, justo cuando cumplía un año. Hay cosas que uno entiende cuando es papá y nos caen todas las fichas juntas; si bien mis viejos siempre fueron mis viejos, empecé a valorar otras cosas”, abunda.

Actualmente, Sergio continúa con aquel disco interrumpido tiempo atrás. Por otro lado, una nueva producción incluirá material de sus dos últimos CD, Surgido en Otoño y Paraíso personal, más cuatro canciones nuevas, con la participación de Cucho, de los Auténticos Decadentes, en una de ellas.

La actividad de Sergio va desde Superamy hasta Debitels, donde junto a amigos locales aprovecha para rendirle culto al cuarteto de Liverpool. Situación que tiene un antecedente histórico: el haber tocado en la mítica The Cavern. Para él, el éxito es la canción, que se grabe, el poder escribir.

“Cuando no te sale una canción es lo peor que te puede pasar como compositor; muchas veces la musa no aparece”, dice y confiesa que es autor por sobre todas las cosas, ya que hace tan solo dos años que comenzó con el canto a partir de hacer covers de The Beatles. Creo que tardé tanto en aprender porque tardé tanto en hacer temas de otros y me había encaprichado en hacer temas míos. Pero es bueno hacer música de otros, porque uno aprende con eso, uno se desarrolla y aprende recursos. Por otro lado, algunos me quieren matar porque considero que hacer música de otros no tiene mérito. Con los Beatles pasa de que uno si se pregunta a quién no le gustan, seguro que no encuentra a nadie. ¿Quién no conoce sus canciones?...”, señala.

Bajo el formato de Superamy, Sergio prepara su futuro disco y durante las noches del verano es una de las voces de Debitels, en cualquiera de los locales del distrito.

Si, como él afirma, el éxito es seguir tocando y haciendo canciones, Sergio Gruber es exitoso; y, si a eso le agregamos la complicidad de su hijo.