Encuentros cercanos

Alumnos secundarios de Tucumán pudieron mantener un diálogo, el año pasado, con astronautas de una estación satelital mediante una comunicación facilitada por el Radio Club de Tucumán y la NASA.

“Vos fijate: yo, tucumano, hoy en Pinamar, de vacaciones, y el hecho y la trascendencia que está teniendo aquí que un grupo de alumnos haya podido, el año pasado, mantener una comunicación con un astronauta. Uno realmente no mide las consecuencias y la importancia del hecho hasta que se producen situaciones como ésta. Y la verdad es que es bastante gratificante que aun a la gente se la puede sorprender, que es un poco el motivo que nos lleva en el radio club y a mí en lo personal a seguir con esta actividad y promoverla en los colegios, primero en Tucumán y ahora por el resto del país, para incentivar a los colegios para que realicen este tipo de actividades”.

Augusto Parra entiende que, con el fenómeno de las comunicaciones, hoy es muy difícil llamar la atención de los chicos o por lo menos sorprenderlos con algo que los pueda asombrar en alguna medida. Para el docente, es difícil motivarlos y sorprenderlos.

Parra es radioaficionado desde 1987 y preside el Radio Club de Tucumán, la segunda entidad en antigüedad en su género, luego del Radio Club Argentino. Su hobby va de la mano de su actividad comercial, “así que siempre estuve dedicado al ámbito de las telecomunicaciones”.

Detalla Parra cómo se hace el enlace desde la escuela, ya que se trata de lograr una admisión dentro de un programa que tiene sus requisitos: “Todo esto comienza iniciando un expediente, un trámite ante una entidad que es la encargada de organizar este tipo de actividades. O sea, coordina con la NASA, la estación espacial con el radio club, que va a ser la institución que va a gestionar en tierra esa comunicación. Una vez que el colegio inicia todo este trámite y tras cumplimentar varias condiciones que deben ser aprobadas, como que el colegio sea bilingüe, que organicen un plan de estudios que sea acorde a la actividad espacial y que el radio club o el radioaficionado que va a intervenir cuente con la debida experiencia dentro de lo que son las comunicaciones satelitales… una vez que todo esto es aprobado, se proponen tres o cuatro fechas para elegir la más conveniente, en función de la posición de la International Space Station (ISS) en relación a nuestra situación geográfica”.

No sería extraño que uno mismo haya visualizado una estación de este tipo y que la confundiera con un ovni u otro elemento, como puede ser un satélite, al ver un objeto brillante en el firmamento. En todos los casos, estas estaciones llevan a seis tripulantes que se rotan entre cuatro y seis meses. Se trata de un proyecto conjunto entre Canadá, Estados Unidos, Japón e Italia. Más allá de lo que uno puede suponer, anualmente hay unos 600 lanzamientos que llevan cargas útiles para efectuar diferentes determinaciones científicas.

Por lo tanto, los alumnos pudieron establecer un contacto: “Éste es el segundo; el primero lo realizamos en 2016 y el año pasado fue el segundo y, si tenemos suerte, este año podremos tener uno o dos más. Ya hay dos colegios que presentaron sus formularios en Tucumán, así que veremos si tenemos la suerte de que nos asignen alguna órbita para poder hacer el comunicado nuevamente”.

Augusto Parra dice que se siente muy alegre y que disfruta viendo la cara de los chicos, algo que es difícil de lograr en el día de hoy. Inevitablemente llega el recuerdo de aquel tío que en Córdoba tenía su equipo y que lo sedujo a fuerza de comunicaciones y diálogos compartidos con otros radioaficionados, quién sabe desde qué lugares remotos del mundo.