Gabriel Michi se indigna ante la acción de un fabulador

Se trata de un hombre de 47 años que en los últimos días fue visto en Pinamar, intentando comercializar una tarjeta de descuentos con el fin de recaudar fondos para continuar la investigación del caso Cabezas. El compañero del fotógrafo desmiente categóricamente la injerencia del personaje en la causa.

La aparición de un personaje que aseguró tener una relación estrecha con el caso Cabezas y con el periodista Gabriel Michi causó revuelo, no sólo en los medios sino también entre los allegados del fotógrafo asesinado.

Consultado el propio Michi, compañero y amigo de José Luis Cabezas, dio las explicaciones del caso: “Facundo Florio es un personaje que nosotros conocimos porque varias veces estuvo tratando de engañar a la gente diciendo que recaudaba fondos para la causa Cabezas, para la Fundación Cabezas, y nada tiene que ver con la familia o con la investigación del caso y lo que nos contaban es que había estado en distintos comercios de Pinamar ofreciendo una especie de tarjeta ecológica, una tarjeta de descuentos para comercios y les pedía plata utilizando como imagen la causa Cabezas; de hecho nos decían que la tarjeta tenía la leyenda ‘No se olviden de Cabezas’. Concretamente, les argumentaba a los comerciantes que era para la fundación y para la causa. Enterados de esto, lo que hicimos fue llamar a varios comercios de Pinamar avisándoles lo que estaba ocurriendo, que eso era una estafa y a partir de allí se generó una gran movilización, el boca a boca sirvió bastante”.

Facundo Florio, de 47 años, fue detenido a las pocas horas de su regreso a escena luego de ser sorprendido en un comercio en momentos en que estaba intentando vender la tarjeta. Estuvo demorado en la comisaría, hubo varias denuncias de comerciantes, pero la detención se diluyó porque ninguno de los denunciantes compró la tarjeta, quedando el caso en un intento y nada más.

“Quedó como una tentativa de estafa y lo excarcelaron el viernes en la madrugada. Después de eso, él se fue para Villa Gesell, donde supuestamente estaba residiendo, y empezó a hacer lo mismo en ese municipio, según me contaron comerciantes del lugar. Así que también hubo que alertar a la gente de Villa Gesell, que no se deje estafar por esta persona, en un tema tan sensible para nosotros. Siempre fuimos muy cuidados con todo lo de José Luis”, aclara.

Visiblemente indignado, Gabriel Michi supone que mucha gente ha colaborado de corazón, sensibilizada por la causa y que lamentablemente terminó siendo engañada.

“Yo sé que en temporada él estuvo haciéndolo. Me enteré por una publicación de Facebook que empezó a viralizarse mucho. Sé que en la temporada pasada estuvo en Villa Gesell yendo por las playas con este pretexto. Este personaje hace tiempo que está dando vueltas. Recuerdo que con José Luis lo conocimos unos días antes de su muerte: se presentó en su momento en las oficinas que teníamos en el Hotel Victoria en Pinamar, también, ofreciendo una especie de tarjeta. En realidad, lo que él quería era que en la revista le hagamos una nota a raíz de una supuesta tarjeta de descuentos para jóvenes. Nosotros escuchamos la argumentación que él daba y no nos pareció serio y le dijimos que no era de interés para nosotros ni para la revista. Tiempo después, ocurre el crimen de José Luis y este tipo se aparece en la redacción de Noticias diciendo que tenía información importante para aportar. Lo recibimos quienes investigábamos el caso porque pidió hablar con nosotros y él nos contó un tema que supuestamente estaba siguiendo con la investigación de forma independiente, particular, y que lo estaba persiguiendo la gente de Yabrán. Viene con una historia, que Yabrán había comprado una fábrica de chocolate y estaba traficando droga a través de los chocolates desde Bariloche, cosas inverosímiles, y la verdad que no le dimos crédito, no le dimos más bolilla. Intentó varias veces comunicarse pero nos dimos cuenta de que era un mitómano. Después de un tiempo, me avisan estudiantes de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, que es donde yo había estudiado, que este personaje estaba apareciendo por las aulas, interrumpía las clases y pedía plata para supuestamente continuar con la investigación del caso Cabezas de manera independiente y así estuvo por mucho tiempo”, amplía.

Sobre el cierre de esta edición, la cuenta de Florio en Facebook permanecía abierta. Allí, Florio vuelve a la carga con su oferta de la tarjeta y su personal descripción de los hechos. Agrega la forma en que, supuestamente, procedió la policía en ocasión de su última detención.